La provincia de Salta fue sacudida hoy por cuatro sismos, y la región por otros tantos. Los movimientos fueron aumentando progresivamente su intensidad hasta que el último alcanzó los 5,3 grados en la escala de Richter.
El último sismo se registró a las 8.36 en Rosario de la Frontera, al sur de esa provincia, en tanto que los temblores previos se sintieron en las ciudades de San Antonio de los Cobres, Metán y La Candelaria.
El primero fue a la 1 en la puna salteña, al oeste provincial, en donde los sismógrafos acusaron una intensidad de 2,5 grados en la escala de Richter, que mide de 2 a 7,9 grados la escala de la sacudida como la profundidad en el que se produjo del agrietamiento tectónico.
El segundo sismo afectó a la zona de San Antonio de los Cobres, poblado ubicado a 165 kilómetros al noroeste de Salta, a 3.774 metros sobre el nivel del mar.
Según las mediciones de los movimientos se alejaron del Pacífico.
A las 6.12 se produjo el tercer sismo, a 139 kilómetros al sur de Salta Capital y tuvo su epicentro a 64 kilómetros al oeste de Metán.
Seguidamente se percibió el cuarto movimiento del día de las placas tectónicas, pasadas las 8 en La Candelaria, a 27 kilómetros de la provincia de Tucumán.
La sucesión de sacudidas terminó con el sismo más fuerte, a las 8.36, con epicentro a 22 kilómetros de Rosario de la Frontera: 5,3 grados.
Otro temblor fue registrado a las 19.13 y es, el último de varios movimientos que se habían sentido durante todo el día en Jujuy, La Rioja, San Juan, Tucumán, Catamarca y regiones del norte de Chile.
Durante todo el día, en Salta ya se habían registrado otros siete sismos, así lo consigna según el sitio web del Instituto Nacional de Prevención Sísmica.
Todo indica que los temblores se deberían a una falla activa conocida como «lumbreras», que en esta época del año suele provocar temblores menores.
En la información que provee el Inpres diariamente se aprecian cuatro temblores de distinta intensidad en Salta y el resto en provincias aledañas.
Antecedentes
Según da a conocer el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) dependiente de la Secretaria de Obras Públicas, del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, «cuando se representa los epicentros de los sismos registrados en la Argentina se observa que la mayor parte de la actividad sísmica se concentra en la región centroeste y noroeste de nuestro país».
Desde el Inpress, señalan que si bien la región noroeste ha soportado «terremotos destructivos en los últimos 400 años, éstos no han afectado mayormente a las zonas más densamente pobladas y, en consecuencia, no se le ha dado al problema sísmico la importancia que realmente tiene en función del elevado nivel de peligro sísmico potencial. El terremoto del 25 de agosto de 1948, con epicentro en la zona este de la provincia de Salta, fue quizás el de mayor trascendencia de la región por los daños que produjo en varias poblaciones de esa provincia y la de Jujuy, si bien fue reducido el número de víctimas. Perfil de Sismicidad oeste-este entre 21º y 28º de latitud sur».
El organismo precisa que resulta «diferente ha sido la situación en la zona centroeste del país, donde los terremotos se han constituido en verdaderos desastres regionales. El terremoto del 20 de marzo de 1861 marca el inicio de una serie de eventos sísmicos que afectaron a las provincias de San Juan y Mendoza. Este terremoto destruyó totalmente a la ciudad de Mendoza, dejando un saldo de muertos equivalente a la tercera parte de la población, según los informes de la época, y puede considerarse uno de los terremotos más desastrosos del siglo pasado en todo el mundo. Por otra parte, el terremoto del 15 de enero de 1944, que destruyó a San Juan, representa con sus 10.000 muertos, la mayor catástrofe de toda la historia argentina. Perfil de Sismicidad oeste-este entre 28º y 33.5º de latitud sur».
En el mismo sentido, el Inpress, puntualiza que el sur argentino, por debajo de los 35° de latitud «ha sufrido, en muchos casos, las consecuencias de los grandes terremotos chilenos que alcanzaron a producir daños de menor cuantía en las poblaciones limítrofes, siendo reducida la cantidad de sismos con epicentro en territorio argentino. Perfil de Sismicidad oeste-este entre 33.5º y 46º de latitud sur».
