Por Alejandro Maidana
La esperada reunión entre vecinas y vecinos fumigados del Departamento Iriondo finalmente se realizó el pasado domingo en la vecina localidad de Pueblo Andino. Con la presencia de representantes de seis localidades, el intercambio horizontal ganó terreno en una necesaria jornada que persiguió abrazar distintas experiencias.
Cabe destacar que las cuestiones climáticas jugaron un papel preponderante para que este cónclave no haya podido contar con otros pueblos y ciudades que integran el departamento en cuestión. De igual manera, el empuje de aquellos que volvieron a ponerle el cuerpo a una lucha que debería ser patrimonio de todas y todos, colaboró para que la misma se tiña del color de la lucha, y se fortalezca con la semilla de la esperanza.
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Con la mira puesta en el segundo encuentro, y si bien restarían pulir detalles, todo indicaría que sería Totoras el lugar que lo recibirá. La necesidad de tejer redes solidarias y de apoyo mutuo, confraternizando con aquellos que padecen los explícitos atropellos del agronegocio y la inacción del Estado, Andino fue quién tomó la posta.
“A pesar del mal tiempo pudimos contar con la presencia de seis localidades, ellas fueron Clarke, Totoras, Serodino, Cañada de Gómez, Lucio V. López y lógicamente Andino. También participaron compañeros de la ciudad de Rosario que confluyeron junto a nosotros en la importantísima tarea de compartir experiencias y saberes en torno a la lucha que nos hermana”, le dijo a Conclusión Sergio Gorosito, vecino de Andino y activista por la salud y la vida.
Un camino que necesita de manera urgente de la unión para poder articular acciones conjuntas, “nos organizamos con la clara intención de fortalecernos como grupo para dar la batalla tanto en la calle, como en las discusiones con aquellos actores del arco político y judicial. Si bien es preciso destacar que eran más las localidades invitadas, el tiempo lamentablemente no colaboró para que éstas puedan sumarse. El próximo 3 de noviembre estaremos reuniéndonos en Totoras, con la intención de darle un nombre al grupo y coordinar las tareas venideras”, enfatizó.
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Los días de Norma Cabrera, vecina de Cañada de Gómez, se han convertido en un verdadero calvario desde que el modelo agrario a base de venenos se apoderó de su vida. Su cuerpo ha sido un testigo explícito de como su salud se ha visto deteriorada debido a las aspersiones con agrotóxicos provenientes de un campo lindero. Esta incansable luchadora dijo presente en la primera asamblea de vecinas y vecinos fumigados del departamento Iriondo.
“El haber podido conocer a personas de Andino y otras localidades fue espectacular, compartimos nuestras dolorosas experiencias en torno a las fumigaciones y nos planteamos seguir adelante con una meta en común. Fue una jornada muy positiva, si bien la lluvia no permitió que la misma se masifique, el intercambio fue tan maravilloso como necesario”, sostuvo Norma.
Las distintas vivencias y caminos recorridos, alimentan una conciencia que busca amplificarse y ramificarse a lo largo y ancho de la provincia. “Es importante que se difunda esta jornada, que la gente sepa lo que sentimos y venimos padeciendo. El pueblo todo debe saber cómo nos fumigan los <agronazis>, como nos amenazan y persiguen. Las sensaciones que me llevé a mi Cañada son muchas, debemos seguir adelante con esta lucha potenciándola día tras día. El próximo 20 de octubre volveremos a darle vida a una nueva feria agroecológica, en donde podré llevar todas las verduras sin agrotóxicos que vengo produciendo en mi quinta <Resistiré>”, concluyó.
