Por Santiago A. Fraga

A esta altura de los hechos, no hace falta ahondar mucho en la historia y el prestigio que tiene la Nasa a nivel mundial en todo lo referido al campo del desarrollo e investigación espacial, aeronáutico y tecnológico. Por ende, cuando su nombre antecede el de algún proyecto o descubrimiento, y más cuando se trata de un programa en donde ponen su información libremente a disposición de los usuarios en busca de soluciones para el planeta, se puede saber que se trata de cosa seria.

Desde el 2012, la agencia espacial lleva adelante el International Space Apps Challenge, un programa de incubadora de proyectos puesto en práctica a través del hackatón más grande del mundo, que involucra a decenas de miles de personas de más de 250 ciudades y cuyo objetivo es el trabajo colectivo multidisciplinario para crear aplicaciones que ayuden a resolver los problemas que aquejan a nuestra tierra y al desarrollo de las tecnologías espaciales.

Tres años después de su creación, Argentina fue aprobada como sede y un año más tarde empezó a formar parte de estos eventos mundiales, siendo Rosario la primera ciudad elegida junto a Buenos Aires para comenzar este camino. Ese arribo en gran parte se debió a Hermes Lavallén, quien hoy es lead manager de las sedes Rosario y Morón, dos de las ocho con las que cuenta el país actualmente.

Desde aquella primera participación rosarina, la ciudad demostró que cuenta con un gran nivel y que iba a ser protagonista, ya que uno de los proyectos seleccionados localmente terminó entrando en el Top 5 mundial, y en 2018 otro terminó consagrándose en el primer puesto global. Pero… vayamos por partes.

Foto: Facebook de Nasa Space Apps Challenge Rosario.

¿En qué consiste el Space Apps Challenge?

Básicamente, el desafío Space Apps consiste en una hackatón de 48 horas, en los que equipos multidisciplinarios deben crear proyectos de aplicaciones que ayuden a solucionar problemas de todo tipo relacionados con el planeta, la investigación y nuestra vida cotidiana.

Algunos días antes del evento, la Nasa publica cuáles son las diversas categorías y desafíos en los que se puede participar, con tópicos en los que, en general, tienen que ver por ejemplo con el uso de hardware, software, desafíos en cuanto al calentamiento global y el planeta tierra, todo lo que tenga que ver con soluciones de prevenciones de incendios, inundaciones o reportes de problemas que están aquejando mucho actualmente, teniendo incluso lugar este año también un evento especial aparte sobre Covid-19.

Este año, las categorías principales fueron «Observar» (crear herramientas para hacer que los datos de observación sean más accesibles a los científicos, creadores y público general, con aspectos como los cambios en la diversidad biológica o los efectos de la polución del aire), «Informar» (cómo hacer para que la información, los análisis y los resultados que surjan de las agencias espaciales puedan llegar de forma efectiva a legisladores, científicos y la comunidad), «Sostener» (encontrar soluciones para garantizar un futuro sustentable, creando aplicaciones para generar conciencia de la importancia del cuidado del medio ambiente, de una vida saludable y cuestiones relacionadas a la población humana), «Crear» (crear obras de arte, hardware o nuevas tecnologías para comunicar y así lograr que más gente se interese por el planeta y el espacio), «Confrontar» (pensar en cómo la tecnología puede servir como herramienta contra los desastres naturales como incendios o inundaciones o a revertir la desigualdad económica y social), «Conectar» (examinar métodos de comunicación entre humanos y analizar las conexiones de personas e ideas para contribuir a misiones espaciales en Tierra y Espacio) e «Inventá tu propio desafío» (libre, pero sin posibilidad de ser juzgado globalmente).

Foto: Facebook de Nasa Space Apps Challenge Rosario.

Rosario en el mundo

El nacimiento del Space Apps Challenge tiene lugar oficialmente en 2012. Según explicó a Conclusión el referente y organizador del desafío de Rosario, Hermes Lavallén, “con todo esto de las redes sociales y el desarrollo de las tecnologías de los últimos quince años, la política que la Nasa empezó a desarrollar fue la de salir al mundo masivamente, ya que antes todo lo concentraban en su propio claustro. Sus ingenieros eran los que tenían la información y nada más”.

En esa búsqueda, la agencia espacial comienza a enmarcarse en “una política ya más Open Source, de código abierto, como otras empresas grandes, y entonces se plantea este evento en el que la premisa es cómo solucionar desafíos y problemas que aquejan a la tierra y también en su tecnología de desarrollo espacial”.

Estando en Madrid, Lavallén comenzó a interiorizarse en el programa a través de un amigo que trabajaba en la Nasa y participaba en Space Apps. Al ver que Argentina todavía no formaba parte, en 2015 envió una solicitud proponiendo a Rosario como sede, la cual fue aceptada a comienzos del 2016, casi en simultáneo con la aprobación de Buenos Aires.

En abril de ese mismo año tendría lugar el primer Space Apps Challenge en la ciudad, organizado con ayuda de los gobiernos provincial y municipal en el Polo Tecnológico de Rosario y con una gran convocatoria de casi 300 participantes. En ese debut, uno de los equipos, el Team GeoDrone, terminó obteniendo un puesto dentro del Top 5 internacional en la categoría “Mejor Uso de Hardware”, entre 1.200 proyectos de 15 mil participantes de más de 180 ciudades del mundo.

Un año después, en 2017, con 25 mil participantes en todo el mundo, nuevamente un proyecto rosarino, el Púlsar Research & Development, fue elegido por los expertos de la Nasa dentro del Top 5 a nivel global, en la categoría “Mejor Misión de Concepto”.

Equipo Delta Protocol, campeón del mundo. Foto: Facebook de Nasa Space Apps Challenge Rosario.

El tercer año sería la vencida, ya que no solamente se repitió que un equipo rosarino esté entre los cinco mejores proyectos del mundo, sino que se consagrarían campeones. El proyecto Delta Protocol, compuesto por jóvenes que no superaban los 20 años de edad, fue elegido como ganador del Space Apps Challenge por un jurado de notables de la Nasa en la categoría “Mejor Uso de Hardware”, habiendo competido contra más de 1.375 proyectos globales de más de 250 sedes de todo el planeta.

Uno de los premios para ellos fue ni más ni menos que viajar al Centro Espacial “John F. Kennedy” en Cabo Cañaveral, donde presentaron el proyecto y vieron desde una posición privilegiada el despegue del cohete espacial Falcon 9, que llevaba la cápsula Dragon a la estación espacial, junto a gente de la Nasa y de Space X.

Estos antecedentes llevan también a que los proyectos que se eligen como ganadores locales sean propuestas capaces de competir a nivel internacional, por lo que el hecho de que Rosario haya tenido en casi todas sus ediciones equipos que llegaran a ser Top 5 es algo que resulta importante de mantener.

“El primer año rankeamos en Top 5 con Inglaterra, Francia, Italia y Bulgaria. Después en otros con Nueva York y Madrid, y nos invitaron para otros tipos de proyectos incluso. Entonces ¿qué significa esto? Que hay que mantenerlo. Que Rosario está participando como sede en un evento mundial que se hace anualmente organizado por la Nasa, el hackatón más grande del mundo sobre innovación, y al mismo tiempo que cualquier potencia mundial tenemos a los rosarinos participando de los mismos desafíos, con la capacidad ya demostrada de poder ser campeones del mundo. Así se va probando que el talento está aquí, y la idea es que eso siga instalado”, indicó a este medio el lead manager local, Hermes Lavallén.

En Argentina, actualmente hay ocho sedes: Bariloche, Buenos Aires, Córdoba, La Plata, Mendoza, Morón, Rosario y San Juan.

Foto: Facebook de Nasa Space Apps Challenge Rosario.

¿Cómo se participa y cómo se presenta un proyecto?

Para cada uno de los desafíos anteriormente mencionados, la Nasa libera en las jornadas previas al evento absolutamente todos los datos e información de los que dispone y con ellos los equipos (de máximo 6 participantes) deben comenzar a pensar en sus proyectos, los cuales tendrán que redactar o desarrollar durante el hackatón.

En el primer día de las 48 horas que dura el Space Apps Challenge, los equipos participantes arman sus proyectos. Una vez que los tienen listos, deben completar un formulario que les exige el evento, llenando todo lo que es el contenido del mismo en un repositorio, subiéndolo a Internet (a la página web de la Nasa en la sección de Space Apps) y complementándolo con algún video en algún soporte, todo completamente en inglés. Para cada aspecto, desde el armado hasta la entrega, los grupos cuentan con la ayuda de los organizadores y expertos invitados.

En la segunda jornada, los equipos deben defender su proyecto ante el jurado de especialistas de la sede local. El vocero del grupo, que generalmente es el que tenga más prestancia al habla y la comunicación (se les da un coacheo también para ese aspecto) cuenta con cuatro minutos para presentar la propuesta, respondiendo luego a una ronda de preguntas del jurado. Estos notables luego conforman una plenaria para deliberar sobre los proyectos presentados y allí se eligen los ganadores locales, pensando especialmente en proyectos que tengan el nivel como para una competencia internacional, considerando que Argentina está participando con todos los países y las primeras potencias del mundo.

Cada una de las sedes que participan puede elegir como máximo a dos proyectos ganadores, que son los que pasarán a formar parte de la instancia internacional. Ésta, luego de someterse a la evaluación de un equipo de jurados compuestos por más de 300 ingenieros de la Nasa y el mundo, se reducirá a cinco proyectos por categoría, de los que finalmente saldrá un solo ganador por cada una.

Pese a lo que se puede uno imaginar, la convocatoria es abierta para todo público, sin necesidad de conocimientos previos en ciencias y tecnologías. De esta forma, la invitación es abierta y gratuita para desarrolladores, ingenieros, tecnólogos, diseñadores, artistas, educadores, científicos, emprendedores y estudiantes que estén dispuestos a trabajar juntos para crear respuestas a algunos de los desafíos más urgentes en la Tierra y en el Espacio.

Algo positivo también es que el evento es Open Source, lo que significa que cualquier proyecto que se suba puede luego ser utilizado o desarrollado por cualquier persona, ya que no tienen patentes y tampoco pasa a pertenecer a la Nasa. Cualquiera los pueden reutilizar, desarrollar, retomarlo desde donde está y llevarlo adelante, por lo que realmente tiene un enfoque de impacto global positivo en lo que es la innovación.

Hermes Lavallén. Foto: Martín Alejandro Fotografía.

¿Seguro que no se necesita tener conocimientos avanzados?

Para el armado de los equipos, que en muchos casos se da un día antes o el mismo día del evento, según especificó Lavallén desde Space Apps siempre recomiendan que “por grupo haya mínimo un desarrollador que sepa lenguaje de programación y todo eso”, pero resaltó que “no es necesario que se tengan conocimientos previos en avanzada para participar”.

“Obviamente, siempre se hace una sinergia en el que no tiene demasiado conocimiento, pero a lo mejor ese que no tiene demasiado conocimiento en informática o ciencia puede aportar en algo que jamás nos hubiésemos imaginado. Siempre es bueno tener en un equipo muchos puntos de vista, y por eso aconsejamos que no sean todos de ingeniería o del mismo sector, sino que se complementen con gente de comunicación, artistas o alguien que simplemente siente que puede aportar algo”, continuó el organizador rosarino.

Asimismo, si bien el Space Apps Challenge es una competencia, “el objetivo o concepto que se quiere inspirar es que se tenga la experiencia de participar en este tipo de eventos, con estas dinámicas, con este kit que hizo la Nasa, porque esa manera de trabajo es la que se está usando a nivel mundial y es de vanguardia”, persiguiendo así un fin que es lograr que haya un impacto en las comunidades locales, y que estos desarrollos se vuelquen para solucionar las problemáticas específicas de la propia comunidad.

Por ello, para Hermes Lavallén es fundamental que en Rosario el evento no solamente logre inspirar a la participación de la gente, sino que genere alguna atracción concreta para establecer en el ecosistema algún acelerador o alguna ayuda para los que se presentan, para las personas que demuestran su talento y para poder tener un lugar en donde poder desarrollar los proyectos tecnológicos y científicos con un apoyo en concreto.

“Se persigue eso, ojalá que se cumpla. Va no tan rápido como en otros lugares, pero es un poco la idea para traerlo acá. La idea también es usar todo lo que tracciona la marca Nasa y la participación que hay para que en algún momento, ya sea con fondos o con ayudas, sean del Estado o de privados, se pueda ir formando algún polo de funcionamiento en cuanto al desarrollo de proyectos locales, tecnológicos y científicos”, dijo a Conclusión el organizador, contando que desde Nación ya se pusieron en contacto con los lead managers del país para intentar desarrollar una incubadora o aceleradora de los proyectos que se presentan y se puedan desarrollar y usar localmente.

Edición 2020. Foto: Facebook de Nasa Space Apps Challenge Rosario.

La edición 2020 y los ganadores rosarinos

La pandemia jugó su papel importante en esta edición 2020. Por empezar, este año se desarrolló el 3 y 4 de octubre, siendo que el evento siempre suele tener lugar en abril, y por supuesto que esta vez la presencialidad se vio reemplazada por la virtualidad. Esto generó además que haya una convocatoria más baja que en años anteriores, lo cual no significa que el nivel haya sido menor o menos interesante.

Con la experiencia del Covid-19 Challenge que la Nasa realizó en junio para los lead de toda Latinoamérica, el formato virtual en la sede rosarina salió con bastante fluidez, incluyendo participantes nuevos y otros que ya habían participado como así también nuevos jurados provenientes de diversas áreas como la secuenciación del genoma, la faceta política, de gestión o de las ciencias más duras.

A raíz de esta disminución en la convocatoria, este año se presentaron solamente cuatro proyectos, resultando ganador el llamado “GW Einstein, del equipo compuesto por María Victoria Lomanto (rosarina de 20 años, estudiante de Física en la UNR) y Walter Marcelo Wagner (beltranense de 43 años, analista de Sistemas, analista programador, técnico en Mecánica y estudiante de robótica en la UTN Bahía Blanca), participante del desafío “¡Hey! ¿Qué estás mirando?” en la categoría “Observar”.

Su proyecto consiste en el desarrollo de una página web y una aplicación en la que se recopilan datos sobre ondas gravitacionales y también sobre otros eventos astronómicos y electromagnéticos como supernovas, estrellas de neutrones, colisión de agujeros negros y estallidos de rayos gamma.

Estos eventos de alta energía son muy complejos, por lo que lo que este equipo diseñó es una solución en la que también un niño o un usuario común no especializado pueda recibir filtrado todo este tipo de información de tal manera como para que pueda entenderlo. Por ejemplo, incluyendo un juego para aprender jugando.

“Me pareció muy interesante, con mucho potencial, hubo uno de los jurados que también se ofreció para ayudarles en el desarrollo, y la verdad que hay ciertas expectativas con este proyecto y esperemos que tenga resultado”, opinó Lavallén sobre el proyecto que en diciembre participará de la instancia internacional junto a los de otras más de 250 ciudades. Si resulta elegido dentro del Top 5, en enero se conocerá si es ganador global.