Por Gisela Gentile

Durante más de un año el Laboratorio de Inmunogenética del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos y tejidos (CUDAIO) desarrolló un importante y necesario estudio que midió el desarrollo y duración de los anticuerpos generados por las vacunas a lo largo del tiempo.

Los más de 1000 voluntarios que fueron parte de este proyecto hicieron posible la concreción del mismo. El estudio fue tan significativo que los resultados obtenidos serán presentados en la Reunión Anual de Sociedades de Biociencias, que se realizará en Mar del Plata en noviembre.

Conclusión dialogó con la Licenciada en Biotecnología Gretel Naidich, coordinadora del Laboratorio de Inmunogenética- CUDAIO, que profundizó sobre esta larga y necesaria investigación. «Con los resultados de todos los voluntarios vamos a exponer en un Congreso de Comunidades Científicas que se realizará en Mar del Plata».

Personas que fueron inoculadas, en diferentes momentos y con diferentes dosis, se presentaron como voluntarios para poder llevar a cabo estos estudios. «Fueron muchos y trabajamos con una población bastante amplia. Para poder concretar este protocolo tuvieron que sacarse muchas muestras de sangre, desde el inicio de la vacunación hasta un año después».

Más de mil voluntarios fueron parte de este proyecto, «sin ellos nada de todo esto hubiera sido posible. En el trascurso del tiempo fuimos cuantificando los anticuerpos en determinados tiempos protocolizados para ver las respuesta a la vacuna».

Este proceso comenzó cuando aún no existía mucha información sobre las vacunas, «principalmente se planificó con la Sputnik que fue la primera que tuvimos disponible, y luego íbamos adaptándonos a los cambios de los esquemas de vacunación y combinación».

Desde el punto de vista científico la bioquímica destacó que «a las personas que se les aplicó la primera dosis y se le difirió la segunda, se les mantuvo la concentración de anticuerpos hasta la aplicación de la segunda dosis. Esta situación era algo que no presuponíamos, ya que pensábamos que irían bajando«.

Para finalizar la profesional quiso destacar «la participación de los voluntarios y de tantas instituciones, especialmente del Laboratorio de Inmunogenética de Cudaio que hicieron posible este proyecto».