Uno de cada cinco teléfonos móviles y una de cada cuatro consolas de video juegos comercializadas internacionalmente son falsificadas, determinó el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde Argentina figura como lugar de destino de aparatos electrónicos adulterados.

El estudio, presentado un día antes del inicio del Foro Global de Anticorrupción e Integridad 2017 que se realizará mañana y pasado en París, afirmó que «el alto precio de los teléfonos inteligentes y los accesorios de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), así como la insaciable demanda de los usuarios, los convierte en objetivos lucrativos para los falsificadores. Además, se advierte que el número y la variedad de los productos afectados va en aumento».

La publicación «Trade in Counterfeit Goods» (Comercio de Bienes Falsificados, en español) tiene «escasas aportaciones sobre Argentina, porque no hay evidencias de ese país. Sabemos que no es un importante país de origen o procedencia de las TIC falsificadas. Es sólo una economía de destino», explicó a Télam Catherine Bremer, de la oficina de comunicación de OCDE.

La vocera señaló que «Brasil y Argentina son países de destino para las TIC falsas, a lo largo de las mismas rutas comerciales. Supongo que los hallazgos brasileños también pueden ser válidos para la Argentina».

En el estudio se reportó que las baterías para teléfonos inteligentes, cargadores, tarjetas de memoria, tarjetas con banda magnética, unidades de estado sólido y reproductores de música «caen también cada vez más presas de la piratería».

«En promedio, 6,5 por ciento del comercio global de productos de tecnologías de la información y la comunicación corresponde a productos falsificados, según arrojan análisis de datos aduaneros de 2013. Esta cifra es mucho mayor del 2,.5 por ciento del total de productos comercializados que se clasificaron como falsificados en un informe de 2016», precisó el reporte.

Según el informe, una serie de investigaciones recientes realizadas por el Instituto Tecnológico de Nokia en Brasil (INdT) encontraron que los teléfonos falsificados en general «no cumplen con la directiva de la Unión Europea sobre la restricción del uso de ciertas sustancias peligrosas» en equipos electrónicos, que contienen más plomo y cadmio -tanto en componentes externos como internos- que los auténticos.

Los teléfonos falsificados «pueden contener más sustancias peligrosas, como plomo y cadmio, que sustancias auténticas, en tanto que los cargadores de teléfonos falsos pueden implicar riesgos de incendio y descargas eléctricas. También se trafican dispositivos y componentes TIC intermediarios falsos, como transistores, circuitos impresos y soportes para antenas de radio».

Por eso, según la OCDE, los productos TIC falsificados «plantean riesgos de salud y seguridad, interrupciones de servicio y pérdida de ingresos para las empresas y los gobiernos».

La pesquisa identifica a China como «la principal fuente» de productos electrónicos falsificados y a los fabricantes estadounidenses como «los más perjudicados» por ingresos perdidos y pérdida del valor de las marcas.

En esta línea, casi el 43 por ciento de los productos TIC falsos incautados «violan los derechos de propiedad intelectual de empresas estadounidenses, seguido por el 25 por ciento en el caso de las empresas finlandesas y 12 por ciento de las japonesas».

Otro dato destacado en la publicación es que «casi dos tercios de los productos falsificados se envían por servicios exprés y postales, lo cual complica en gran medida el proceso de inspección y detección».

La OCDE agrupa a 35 países miembros y su misión es «promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo», siendo Argentina miembro del Centro de Desarrollo de la institución.