Por Gisela Gentile

Una mirada que quedó inmortalizada, en una mujer que comenzaba a asomar. Hoy esa piba de  las margaritas tendría 35 años. Un 4 de febrero de 2001, en Miramar, Natalia Melmann fue secuestrada, torturada, violada y asesinada en manos de efectivos de la Policía bonaerense. Su cuerpo fue encontrado días después, en el vivero municipal de esa ciudad, lugar que había sido rastrillado días antes por la misma fuerza.

Se trata de un femicidio atravesado por la violencia institucional, situación más que compleja para una familia que luchó durante 20 años, de manera incansable, para obtener justicia. A lo largo de todos estos años, los familiares de Natalia han tenido que sufrir hechos de violencia, discriminación, represión policial, la quema del santuario de su hija, entre otras aberrantes afrentas. Pero el estoicismo se hizo carne, la dignidad y memoria, banderas de lucha de Natalia, hoy son las de todas.

Dos décadas sin «Nati», por las cuales un sinfín de actividades -virtuales y presenciales- se llevarán a cabo en Miramar y en distintos puntos del país. “Estos días son muy movilizadores. No deja de sorprenderme cuantas personas la están recordando, sus profesores y gente conocida, como quien hoy pintó el mural conmemorativo. Este muchacho es un ex alumno de la escuela donde concurría mi hija, el llevaba la bandera bonaerense el día que Natalia era abanderada argentina, aún recuerdo lo nerviosa que estaba ese día del juramento, hasta se descompuso”, le dijo a Conclusión Gustavo Melmann, papá de Natalia.

Una joven muy particular, que se levantaba todos los días a las 4 de la mañana porque quería superarse en todo aspecto. “Ella era así, quería ser mejor persona siempre, la humanidad se perdió un ser de luz en mano de estos sádicos perversos. Hoy habría sido obstetra, hubiese adoptado a sus hijos porque no quería ser mamá porque decía que había muchos chicos huérfanos. Siempre estaba presente en todo, era delegada estudiantil y solidaria con todo el mundo. Hace muy poquito se inauguró aquí en Miramar un albergue en nombre de ella”.

El vil intento de culpabilizarla 

Además de eso, hoy se colocará un cartel señalizador que la recordará, el mismo lo realizará la Secretaría de Derechos Humanos y llevará la impresión de «Verdad, Memoria y justicia». “Se pondrá también una foto de Nati con las flores, quizás la más conocida de ella, que se remonta a ese día que su mamá Laura le regaló un ramillete cuando menstruó por primera vez. Ya quisimos instalar en la puerta de la comisaría un recordatorio; de manera muy violenta los familiares de los policías vinieron a pegarnos y a amedrentarnos”.

Veinte años de lucha incansable, en los que la familia superó más de un embate proveniente del brazo represivo del Estado. “Luchamos por justicia y por salvar la imagen de Natalia, que trataron de destruir, situación que se repite para culpabilizarla. Fueron muy crueles, se dijeron barbaridades de Nati, de mí, de Laura, hasta llegaron a quemar un santuario que habíamos instalado. Por eso ahora vamos a instalar un cartel diez veces más grande de lo que era”.

Existe la preocupante posibilidad de que los tres policías condenados a perpetua -Oscar Echenique (61), Ricardo Anselmini (53) y Ricardo Suárez (58)-, acusados por rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa, puedan salir con libertad condicional a partir de 2022. “La memoria viva de Nati (y que los medios de comunicación continúen hablando de ella) sirvió para que el Tribunal 4 quiera poner fecha para resolver lo de Ricardo Panadero, los jueces que quieren tomarlo son los mismos que los del caso de Lucía Pérez, así que imagínense lo que puede llegar a pasar”.

«Sádicos y perversos»

La situación judicial se dividen en varias partes. “Primero tenemos a los que fueron condenados en un fallo ejemplar, en donde además de eso se abrieron investigaciones para condenar a Ricardo Panadero, por un quinto ADN y por encubrimiento a Carlos Grillo y otras cuestiones, que la justicia fue dejando de lado. En este momento, el doctor Federico Paruolo (abogado de la familia) presentó en la Plata un pedido a la Suprema Corte, para que se investigue después de 20 años ese quinto ADN. Ayer nos notificaron que se realizará un nuevo juicio por Panadero, porque fue absuelto a pesar de haber dejado restos del bello pubiano en el cuerpo de Natalia. Seguiremos luchando de manera incansable, para que estos sádicos y perversos en un año y medio no estén nuevamente en la calle”. 

Una ausencia que duele, una herida que se trasformó en lucha y resistencia. “La extrañamos cada día más, hoy me costaba poder podar el laurel que está en su tumba, sentía que le cortaba los brazos, pero también aparecieron los lazos de amor que habíamos plantado hace tiempo, los muñequitos que pusieron sus sobrinos, montones de mariposas y un nidito de pajaritos que se ve que la acompañó mucho tiempo”, expresó emocionado Gustavo.

Una historia que no hace falta detallar, que sigue presente en toda la sociedad, pero que deberá mantenerse por siempre en la memoria colectiva. “Todos saben la barbarie que hicieron con ella. Podríamos pensar en un contrapuesto, como los espejos, Natalia era la luz, la imagen, la que sos vos, la que se refleja, y atrás estos seres oscuros y opacos que son el alquitrán, la mierda, las basuras que la tomaron como objeto, como toman a muchas mujeres, como si no fueran nada, como un objeto que pueden robar”, concluyó.