La fiesta de la Virgen de la Candelaria se celebra cada 2 de febrero, donde miles de feligreses y devotos de diversos países, principalmente de Latinoamérica, le presentarán ofrendas, hacen peticiones y agradecimientos.

La fiesta de esta advocación mariana captó la atención de los ciudadanos del mundo, luego de que recibiera un reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), organismo que le otorgó la distinción de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La Virgen de la Candelaria toma su nombre de la fiesta de la Candelaria o de la Luz, que tuvo su origen en Oriente con el nombre del «Encuentro«, y después se extendió al Occidente en el siglo VI, donde se celebraba con un carácter penitencial.

Su fiesta se celebra, según el calendario o santoral católico, el 2 de febrero, después de que el papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, las fiestas lupercales, consideradas una celebración pagana, y la sustituyó por la fiesta de la Presentación, en recuerdo del pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén.

Origen de la fiesta de la Virgen de la Candelaria

En la isla de Tenerife, España, dos guanches vieron una pequeña imagen de madera de una mujer mientras pastoreaban su rebaño. Este objeto los asombró pues tenía todos los rasgos de la Virgen María.

La tradición indica que este hecho ocurrió en 1392, año en el que los antiguos aborígenes de la ínsula empezaron a venerar esta imagen.

Con el paso del tiempo, esa devoción fue transmitida a otros pueblos de Europa y América, luego de que este continente fuera descubierto por los españoles en el siglo XV.

Los europeos portaron consigo su cultura y su lengua, las cuales se mezclaron con las poblaciones indígenas, dando lugar a una diversidad de expresiones culturales mestizas en todo el continente.

Casi un siglo después de la llegada de los españoles, más precisamente el 2 de febrero de 1583, la imagen fue llevada al Perú desde Cádiz o desde Sevilla. La advocación a la Virgen de la Candelaria fue una las que utilizaron los evangelizadores españoles en el altiplano peruano, con el objetivo de promover la cristianización en los Andes.