Por Alejandro Maidana

La única lucha que se pierde, es la que se abandona. Tomando esto último como referencia, el camino resiliente de los pueblos fumigados, se sigue allanando y creciendo desde el pie. Una monumental batalla librada contra el poder real que todo lo erosiona, lo corroe, lo putrefacta y moldea a su antojo. Es indisimulable que bajo las normas impuestas por el actual modelo productivo, la idea de consolidar una Argentina más equitativa y sustentable, seguirá siendo una dulce utopía.

Un modelo productivo que sigue dando sobradas muestras de cómo hacer rebalsar de dinero muy pocos bolsillos, en detrimento de la salud y la opresión de la enorme mayoría. Los números son contundentes en torno al monocultivo, la soja ocupa en nuestro país una superficie que ronda las 12.734.371,7 hectáreas en 124.827 parcelas. Esta oleaginosa representa el 88% del total de la superficie implantada. En la provincia de Santa Fe ocupa 2.329.011,8 hectáreas, un verdadero desierto verde y fumigado.

> Te puede interesar: Histórica sentencia judicial en la Provincia de Santa Fe que aleja las fumigaciones a 1000 metros

La tierra concentrada en pocas manos, la ruralidad dañada hasta la médula, la desmemoria como piedra basal de un nuevo paradigma que llegó para exterminarlo todo. Un modelo que impulsó el desarraigo, las incesantes migraciones internas que llevó a que el 93% de los habitantes de este hermoso pero expoliado país, nos concentremos solo en un puñado de ciudades. Preparar la vuelta al campo es imprescindible, resignificar la tierra un impostergable desafío, por ello toda digna y estoica resistencia que emerja desde el vientre de los pueblos envenenados, debe convertirse en una causa colectiva.

Zenón Pereyra y una sentencia judicial que hace las veces de faro

La causa es un amparo ambiental por cesación de contaminación, contra la Comuna de Zenón Pereyra realizada por una familia (padre e hija), residentes dentro del ejido urbano de la localidad. Cabe destacar que estas personas se encuentran separadas de la explotación agropecuaria de campo por solo una calle, es decir, que muy pocos metros las separaban de las aspersiones con agrotóxicos, ya que la ordenanza de alojamiento de las fumigaciones del lugar, solo contemplaba 100 metros.

La causa en cuestión se inició en el 2014, donde una primera sentencia dictó una prohibición de fumigación a 500 metros en noviembre de 2017 que fue apelada, la misma se mantenía dentro de los parámetros que establece la ley provincial 11.273 conocida como de <fitosanitarios>, se mantuvo vigente hasta el 17 de junio, donde se dictó sentencia de Cámara de Santa Fe, en donde amplía esa distancia de fumigación a 1.000 metros para esa familia.

> Te puede interesar: Un amparo ambiental aleja a 1000 metros las fumigaciones en Sastre

Resaltando que la demora legislativa en adecuar la normativa provincial sobre <fitosanitarios> es objetivamente injusta, obligó a los tribunales a realizar el ajustamiento jurídico. Destacando que La Cámara Civil y Comercial de Santa Fe dictó sentencia, confirmando los 1.000 metros libres de fumigaciones este jueves 3 de diciembre, fecha que se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra los Agrotóxicos y por la Vida.

La justicia falló a favor de la vida, de la protección de las personas y de las generaciones venideras

Sobre las últimas novedades que arrojó una mezcla necesaria de alivio, felicidad y esperanza, Eugenia Boccio, abogada querellante en la causa, le dijo a Conclusión: “La justicia falló a favor de la vida, de la protección de las personas y de las generaciones venideras. Respecto del derecho a producir, la justicia remarcó que  existen numerosísimas experiencias de producción de alimentos sin el uso de agrotóxicos, como por ejemplo, la agroecología, biodinámica, permacultura y otras”.

Esta es la primera sentencia en la provincia que puede ser utilizada por todas las comunidades, para peticionar ante sus autoridades el alejamiento de las fumigaciones

La Comuna de Zenón Pereyra recibió un renovado cachetazo, ya que fue desestimado el pedido de llevar la causa a la Corte Suprema de Santa Fe. Un precedente notable que alimenta la lucha de aquellos pueblos que no se resignan a sucumbir ante los atropellos del modelo agrario imperante. “Hoy la misma cámara denegó el recurso de inconstitucionalidad a la Comuna de Zenón Pereyra, quedando firme la sentencia de presupuestos mínimos ambientales jurisdiccionales. Esta es la primera sentencia en la provincia que puede ser utilizada por todas las comunidades, para peticionar ante sus autoridades el alejamiento de las fumigaciones”, enfatizó Boccio.