Por Fabrizio Turturici

Hay un virus que sobrevuela el continente americano con peligrosa soltura y que va ganando terreno en el cono sur. Ése es el zika, tan temido como novedoso y desconocido para gran parte de la sociedad.

El origen del brote se remonta a 1947 en las selvas de Uganda, situadas en las zonas más abrasadoras del interior africano, junto al río Zika. “De ahí su nombre”, explica Julio César Befani, Director de Epidemiología de la provincia de Santa Fe, a Conclusión. En 2013, la Polinesia Francesa sufrió una erupción apreciable y se estima que así llegó al continente americano, afligiendo a más de veinte países en Latinoamérica.

A su vez, Befani destacó que el virus arribó a través de su vector predilecto: el mosquito —mejor conocido como Aedes aegypti—, quien también trasmite el dengue y la chikunguña, dos enfermedades con rasgos similares.

Por ende, la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocará a un Comité de Emergencia el 1 de febrero, debido a que el zika “se expande de manera explosiva”. A su vez, los encargados en áreas sanitarias de Sudamérica tomaron cartas en el asunto llamando a una cumbre del Mercosur, a realizarse el próximo miércoles en Montevideo, Uruguay.

El agente infeccioso en cuestión avanza sembrando territorialidad y sin piedad alguna. Brasil, el país más golpeado de la zona, ya cuenta con un millón y medio de afectados por el zika, además de 4.180 bebés nacidos con microcefalia. Y el simple motivo de que miles de argentinos hayan viajado al país vecino durante estas vacaciones, debería encender la preocupación social.

Ya lo remarcó Leonardo Caruana, secretario de Salud de la Municipalidad de Rosario: “Hay preocupación por la cantidad de gente que viajó a Brasil, porque es un país con gran circulación de esta enfermedad”, dijo en entrevista exclusiva a Conclusión.

El nivel de alarma resulta, a estas alturas, extremadamente delicado. Ni siquiera autoridades y expertos pueden confirmar cuestiones elementales. “Los ves y parecen querer parar la lluvia con las manos”, confió a Conclusión un ex ministro de Salud que supo pasearse por los pasillos de ese ministerio durante varios años.

El virus en sí es una enfermedad que “cruza con un cuadro febril”, nos definió el Director Provincial de Epidemiología para nuestro informe especial. Los síntomas que se presentan en el cuerpo son: “fiebre, conjuntivitis, erupción, dolores articulares y de cabeza”, resumió Befani.

Sin utilizar tecnicismos médicos para su mayor comprensión, el doctor Befani notificó que “si puede matar o no, depende del paciente”. Ahondando en el tema, arguyó que “en la infancia y la vejez estas enfermedades son más graves”. Sin embargo, lo más peligroso es cuando ataca a embarazadas en el primer trimestre del embarazo, que es cuando se están formando los órganos, porque “puede atacar el sistema nervioso y producir lo que está dando tanto que hablar: la microcefalia”.

Un dato relevante y no menor, es que sólo “una de cada cuatro personas que contrae zika presenta síntomas”, expuso el experto. Esto quiere decir que cualquiera de nosotros puede ser portador del virus sin advertirlo.

Mejor prevenir que curar, recita el dicho popular. “Las precauciones son las mismas que para el dengue: evitar los lugares llenos de mosquitos, utilizar repelentes y tener mosquiteros en cada ventana de la casa. Además de protegerse durante el amanecer y atardecer, que es el momento donde más hay”, sentenció el especialista Befani.

“Doctor, ¿ya estamos hablando de una epidemia?”. Befani esboza una sonrisa triste y se toma un momento para elucubrar la respuesta. “Y… te diría que estamos en un momento trágico. A nivel de la OMS ya se ha dado una alerta, porque son muchos los casos”. A pesar de que no fue preciso en su respuesta, el experto dejó entrever que sí, que evidentemente, estamos en la antesala de un brote epidémico.

Preocupación en el plano local

El secretario de Salud de la Municipalidad de Rosario, Leonardo Caruana, ofreció su palabra a Conclusión y admitió que “estamos analizando las intervenciones y los asesoramientos que hacen los organismos internacionales. Particularmente, reforzamos aquí la capacidad diagnóstica”.

El funcionario de salud pública narró que “el laboratorio del Cemar se ha transformado en referencia provincial en diagnósticos de biología molecular sobre zika. Ya no sólo vamos a diagnosticar dengue y chikunguña, sino también el virus en cuestión. Hay que trabajar fuertemente en la prevención, la eliminación del vector y la utilización de repelentes donde haya circulación”, agregó.

Asimismo, Caruana argumentó que en el zika, en cambio, “aparece una situación más compleja: esta relación en el daño de fetos cuando se cursa el primer trimestre del embarazo. Hay principales recomendaciones de no viajar o valorar muy bien los riesgos en caso de que sea estrictamente necesario”, remarcó el secretario de Salud de Rosario.

Tras ser consultado sobre la elaboración de cunas y vacunas al respecto, el avezado doctor reveló que “todo lo que se refiera a innovación sobre curas y vacunas, lo toma el Ministerio de Salud de la Nación junto con los organismos internacionales. Hasta ahora, nada demuestra ser más eficaz que la eliminación de criaderos y la utilización de repelentes”, subrayó.

“Si bien hay una responsabilidad indelegable del Estado, porque trabajamos en el bloqueo, en la utilización de los medios masivos de comunicación, en el diagnóstico precoz y en todo lo concerniente a la atención sanitaria; el papel más importante lo toma la sociedad, ya que el mosquito vive en su casa o en el patio. En este orden, estamos mucho más concientizados que en el 2009, aprendimos la lección”, señaló Caruana.

Por último, el secretario de Salud aseveró que no puede afirmar si vendrán buenas noticias o no, sólo limitarse a decir que “nosotros tenemos antecedentes de haber trabajado muy bien en pasadas situaciones. Cuando uno posee conocimientos, estructuras sanitarias y presencia del Estado, tiene más posibilidades de atenuar y controlar eficazmente estas epidemias”, remató Caruana.

Datos útiles a saber

Julio César Befani, Director de Epidemiología de la provincia de Santa Fe, se propuso a responder algunas preguntas básicas y fundamentales que ningún ciudadano puede obviar en tiempos como estos.

¿Cómo se propaga el virus del zika?

El zika se trasmite a través de su vector, el mosquito del género Aedes aegypti, famoso no sólo por su color negro con manchas blancas, sino por propagar también el dengue y la chikunguña.

Sobre el Aedes aegypti

El insecto infectado que pica es la mosquito hembra, atraída por el perfume y los colores, (por eso se aconseja el uso de ropa blanca). Siempre anda en zonas sombrías y, durante el amanecer y atardecer, son sus momentos con mayor actividad. Tiene una autonomía de vuelo de 100 metros y un poco más de 1 de alto. Deposita sus huevos a nivel hídrico, es decir, en agua limpia. No los deja todos juntos, sino en distintos lugares, por la mera ley de supervivencia: si me destruyen estos, me quedan todos aquellos otros.

¿Cómo prevenirlo?

En principio, resulta fundamental limpiar y renovar siempre los reservorios de agua, para que el Aedes aegypti no pueda depositar los huevos e inseminar. Ahora bien, una vez que nace, se recomienda el uso de repelentes, no deambular por sectores donde circulen muchos mosquitos y tener en cada ventana un mosquitero.

¿Cuáles son los síntomas?

Ante cualquiera de estos síntomas: fiebre, conjuntivitis, erupción o sarpullido, dolores articulares y de cabeza; lo mejor es ir al centro de salud más cercano para realizarse un diagnóstico. No obstante, es importante destacar que tan sólo una de cada cuatro personas que contrae zika presenta síntomas.

¿Y los efectos de la enfermedad?

Es extremadamente peligrosa para niños y personas mayores, pero sobre todo, para las embarazadas que están atravesando el primer trimestre del embarazo. Aquí, cuando se están formando los órganos, el zika ataca y puede producir lo que está dando tanto que hablar: la microcefalia. Todo comienza con un cuadro febril; y lo peligroso es que si otro mosquito aedes pica a la persona infectada por el zika, éste se convierte y desarrolla así una cadena imparable, por eso debe mantenerse en cuarentena.

¿Existe alguna cura o vacuna?

Todavía no, pero para el dengue ya hay. Lo que pasa es que no tiene todavía el respaldo de la experiencia clínica y de sus respuestas. Va a llevar tiempo.

¿Se puede fumigar?

Las fumigaciones son un arma de doble filo, porque al hacerlo se crea resistencia en el mosquito. Además, matás sólo a los insectos adultos, que son los que están circulando. Para fumigar tenés que controlar temperatura, humedad y viento. No se puede, no tendría ningún sentido. Así que depende de nosotros controlar las acumulaciones de agua que son donde depositan los huevos.

Recomendaciones para la gente

“Que no tenga miedo, porque el miedo paraliza; y si eso pasa, estamos perdidos. Hay que seguir trabajando, asumiendo cada uno su responsabilidad. Es la única forma de combatir el zika”, coronó Befani.

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