Distintos analistas advierten desde hace tiempo que los precios de los alimentos enloquecerán en Estados Unidos después de las elecciones de noviembre. Michael Snyder escribió en el blog The Economic Collapse que los funcionarios mundiales decidieron esta vez dirigir el planeta hacia una crisis alimentaria sin precedentes. Esto no se traduce a un estado de alarma por parte de la población, pero al producción agrícola -indicó el analista- va a estar muy por debajo de las expectativas en todo le planeta durante 2022, algo que se impactará en la cantidad de alimentos que habrá para atravesar 2023.

Snyder da un ejemplo para exponer el escenario actual: solo en los últimos días, se informó que habrá pérdidas de hasta 50% en los cultivos en el estado alemán de Baden-Württemberg. El artículo mencionado tiene algunos párrafos para destacar:

  • Ahora se esperan pérdidas de cosechas de hasta el 50 por ciento en partes de Alemania debido a la sequía, han afirmado los agricultores de las regiones afectadas.
  • Es probable que hasta la mitad de los cultivos en partes del estado alemán de Baden-Württemberg se pierdan debido a la sequía, han afirmado los agricultores de la región, con problemas relacionados con los precios del combustible, los fertilizantes y los pesticidas relacionados con la agenda verde y la guerra en Ucrania que también causan problemas para los de la región.
  • Con las pérdidas que se espera que se materialicen en el otoño, el caos agrícola puede terminar siendo otra crisis que enfrenta la clase política tambaleante de Alemania, ya que la escasez de combustible combinada con una economía en caída libre golpeó a un público que ya sufría por el mal manejo de los funcionarios de la pandemia de COVID-19.

La semana pasada, justamente Snyder había anticipado qeu las autoridades proyectan pérdidas de cultivos similares en territorios clave del Reino Unido, Francia e Italia.

En la misma línea, en Estados Unidos el 37% de los agricultores en la mitad occidental del país cuenta que matará sus propios cultivos «porque no hay posibilidad de que lleguen a la madurez debido a la sequía interminable»:

Estos golpes directos a la calidad y la cantidad de las cosechas aun no llegan a afectar al sistema alimentario, por lo que no impactaron todavía en el precio que se refleja en las tiendas de comestibles. Las consecuencias recién llegarán a finales de 2022 y a principios de 2023.

En ese marco, cabe citar otro comentario de análisis difundido en los últimos días, en este caso de Southern Prepper, que se reproducen a continuación:

  • Solo un aviso. Tengo un miembro de la familia que trabaja en el departamento de precios corporativos para comestibles. Esta empresa ha estado en el negocio 40 años. La reunión se convocó hace 1 día y se les dijo que los precios estarán en esteroides después de las elecciones. El propietario dijo que nunca ha visto lo que se dirige hacia nosotros en 40 de los negocios. Acaban de contratar a 10 personas más y no pueden mantenerse al día con la entrada de datos.
  • Todas las manos en la cubierta y horas extras. incluido. Ponga su casa en orden. Compre productos de comestibles navideños mientras puede encontrarlos y pagarlos. El jefe les dijo a los empleados que se abastecieran ahora. Por favor, presten atención amigos.

«Sería fácil descartar ese comentario porque no sabemos de quién es y, por lo tanto, no podemos verificar las afirmaciones específicas que se hacen. Pero esto es totalmente consistente con todo lo demás que estoy escuchando. Los precios de los alimentos han aumentado rápidamente en los últimos meses, pero el gran problema es toda la comida que no se está cultivando en este momento. Esta falta de producción va a empujar los precios a niveles que alguna vez habrían sido impensables», planteó Snyder.

Un informe de la CNN también hace foco en esta problemática y señala que casi tres cuartas partes de los agricultores estadounidenses dicen que la sequía de este año está perjudicando su cosecha, con una pérdida significativa de cosechas e ingresos, según una encuesta realizada por la American Farm Bureau Federation, una compañía de seguros y grupo que representa los intereses agrícolas.

La encuesta se realizó en 15 estados del 8 de junio al 20 de julio en regiones de sequía extrema desde Texas hasta Dakota del Norte y California, que representa casi la mitad del valor de la producción agrícola del país. En California, un estado con altos cultivos de árboles frutales y de nueces, el 50% de los agricultores dijeron que tuvieron que eliminar árboles y cultivos de varios años debido a la sequía, lo que afectará los ingresos futuros.

La advertencia tiene eje en una relación de causa y efecto: si los agricultores y ganaderos no producen alimentos, no hay comestibles para consumir.

El escenario empeora cuando se pone el ojo sobre Europa Occidental, ya uqe la guerra en Ucrania está restringiendo en gran medida el flujo de productos agrícolas de Europa oriental.

Por eso, al llegar 2023 comenzará una puja constante por obtener los alimentos que estén disponibles, situación que derivará en un incremento sin precedentes de los precios globales.

«Incluso aquí en los Estados Unidos, espero que haya mucha ira y frustración. Y como hemos visto, ciertamente no se necesita mucho para que nuestras principales áreas urbanas exploten», retoma Snyder.

Algunos analistas plantean que la situación todavía no es tan mala y que la gente se comporta de manera sumamente extraña. El Dayly Mail repasa una peculiar situación que sucedió en Los Ángeles:

La pandilla de personas saqueó la tienda mientras gritaba, destruyendo por completo la pantalla de seguridad COVID-19 que se había configurado para agarrar todo lo que pudieran en Los Ángeles, California.

Un grupo ingresó a la tienda de conveniencia cerca de la calle Figueroa y el bulevar El Segundo, con imágenes de vigilancia que mostraban a los saqueadores gritándose entre sí, el 15 de agosto.

Se les puede ver corriendo por la tienda y tomando bebidas, cigarrillos, boletos de lotería, bolsas de papas fritas y otros artículos.

«Cuando leo sobre este tipo de cosas, me entristece mucho. He estado advirtiendo fuertemente que tal malestar llegaría a Estados Unidos, y eventualmente se saldrá completamente de control. A medida que los precios de los alimentos suban a alturas locas, los que están en la parte inferior de la cadena alimentaria económica no estarán contentos. La próxima crisis alimentaria será un momento difícil para nuestra nación y para el mundo en su conjunto», alertó el analista previamente citado.

En ese marco, las condiciones estructurales de la Argentina la colocan frente a una posible oportunidad de absorber las consecuencias de este escenario global y reaccionar activamente para ocupar un rol protagónico.

 

Fuente: Zero Hedge