El gobierno afgano anunció hoy por primera vez un plan militar a cinco años aprobado en paralelo al inicio de la tradicional ofensiva de primavera de los talibanes, y que llega tras semanas de intentos infructuosos de llevar a ese grupo insurgente a la mesa de negociación.

«Por primera vez el gobierno elaboró un plan de combate completo para los próximos cinco años que orientará a las Fuerzas de Seguridad de Defensa y Nacionales en su lucha contra el enemigo», dijo hoy a la prensa, Dawa Khan Menapal, vocero adjunto del presidente, Ashraf Gani.

El portavoz dijo que el plan fue completado recientemente y aprobado ayer por el Consejo de Seguridad Nacional afgano (NSA), principal cuerpo de inteligencia del país presidido por Gani, en el mismo día en que los talibanes lanzaban su habitual ofensiva de primavera.

Este plan llega tras infructuosas mesas de negociación, y Menapal fue contundente al respecto: «Todos los grupos que han rechazado participar en el diálogo de paz que impulsa el gobierno con el apoyo del G4 (Afganistán, China, Estados Unidos y Pakistán) recibirán respuesta militar».

«Habíamos invitado a los oponentes armados a las conversaciones de paz (…) pero desafortunadamente estos oponentes armados, contra la voluntad y el deseo del pueblo afgano, continúan matando inocentes, (así que) nuestras fuerzas de seguridad continuarán luchando contra ellos», remarcó el vocero, según informó la agencia de noticias EFE.

El G4 lanzó en enero una ambiciosa iniciativa para sentar en la mesa de diálogo a todos los sectores armados afganos, luego de tres meses sólo se consiguió el respaldo del Hezb-e-Islami (Partido Islámico de Afganistán), el segundo grupo armado del país pero con limitada capacidad militar.

En cambio, los talibanes, liderados por el mullah Mansur, rechazaron en reiteradas oportunidades ese diálogo, que comenzó en julio del año pasado en Pakistán y rápidamente se vio interrumpido por el anuncio oficial del gobierno afgano de la muerte en 2013 del mullah Omar, líder fundador de los talibanes.

Si bien Mansur -que libera su propia batalla interna para ser reconocido como sucesor de Omar- rechazó tajantemente las negociaciones, los talibanes se muestran más ambiguos y sostienen que dialogarán una vez se vaya «el invasor extranjero», en caso de un fin de conflicto.

Sin embargo, ayer lanzaron la «operación Omari» y reafirmaron que la yihad o guerra santa es la única respuesta para el futuro de Afganistán y que van a «lanzar ataques de gran envergadura contra posiciones enemigas en todo el país».