Al menos nueve personas murieron hoy y unas 30 resultaron heridas por la detonación de un coche-bomba en un estacionamiento de la Escuela General Santander de cadetes policiales, en Bogotá.

Testigos citados por la prensa local señalaron que un hombre llegó hasta el portón central de la escuela y aceleró el vehículo cuando guardias intentaron detenerlo para pasar por controles de seguridad.

Aunque una primera versión ubicaba en 5 la cifra de víctimas fatales, un posterior comunicado del Ministerio de Defensa elevó el número a 9 muertos. La primera confirmación oficial del ataque la hizo el alcalde de la capital colombiana, Enrique Peñalosa, que lamentó lo ocurrido. «Todavía no tenemos una información completa; parece que hubo un coche-bomba dentro de la Escuela General Santander; hay por lo menos cinco muertos», señaló Peñalosa a periodistas.

El vehículo se estrelló contra una pared y se produjo una potente detonación. Una columna de humo podía verse desde varias cuadras, según fuentes de la Policía.

Pocos minutos antes había terminado una ceremonia de ascenso de brigadieres generales de la Policía, por lo que los investigadores no descartan que el ataque hubiera estado dirigido a los máximos oficiales de la institución.

Testigos e imágenes difundidas por miembros de la institución muestran los restos de un vehículo incinerado y un cuerpo calcinado.

Las autoridades de salud de Bogotá reportaron que tres de los heridos fueron trasladados al hospital de El Túnal, y dos al Policlínico del Olaya. Hasta ahora no se conoce información del estado de los pacientes.

El presidente Iván Duque, que estaba de visita en el departamento de Chocó, anunció su regreso inmediato a Bogotá para una reunión de emergencia con la cúpula de seguridad. «Vamos al lugar de los hechos», anunció en la red Twitter, en la que, además, reveló que instruyó a policías y militares «para determinar los autores de este ataque y llevarlos a la Justicia».