Al menos cinco personas murieron como consecuencia de la explosión y posterior derrumbe de un edificio residencial en la capital de Jersey, una isla de Gran Bretaña, informó la policía local.

Robin Smith, jefe de la policía de isla ubicada en el canal de la Mancha, indicó que el número de personas muertas por la explosión «es actualmente de cinco» y agregó que hay un número de residentes, que creen que son cuatro, que aún no habían sido encontrados.

La explosión tuvo lugar el sábado en Saint Helier, la capital de esta isla británica, a causa «probablemente» de una fuga de gas, según la policía.

En tanto, los equipos de rescate habían anunciado el domingo al mediodía que prácticamente no había esperanza de encontrar a supervivientes entre los escombros, según consignó la agencia de noticias AFP.

«Es con tristeza que confirmo que nuestras operaciones de búsqueda y rescate son a partir de ahora operaciones de recuperación» de cuerpos de víctimas, indicó el responsable de la policía local, quien aseguró que las tareas de limpieza de escombros «no durarán días sino semanas».

Asimismo, con ayuda de perros y expertos del sur de Inglaterra, los bomberos de Jersey pasaron toda la noche del sábado al domingo buscando entre los escombros.

«Estamos absolutamente devastados y muy preocupados por la gente afectada y por quienes perdieron su vida», declaró la ministra principal de este territorio británico, Kristina Moore.

El proveedor de gas de Jersey, Island Energy, dijo estar trabajando con los bomberos para saber qué sucedió.

Según precisó Smith, algunos vecinos habían llamado a los bomberos el viernes por la noche, pocas horas antes de la explosión, para avisarles que había un fuerte olor de gas, que provocó «probablemente» la explosión.

Por su parte, Paul Brown, jefe local de los bomberos, sostuvo que “está claro que alguna cosa no se hizo bien, teniendo en cuenta que hubo una explosión en un edificio y que éste se derrumbó».