Siete personas murieron y dos fueron detenidas este miércoles en una operación policial en el estado brasileño de Sergipe, en el noreste del país, para «desarticular» un grupo criminal acusado de homicidios, tráfico de drogas y robos, informó la fuerza local.

Siete «investigados vinculados a una facción criminal» murieron, confirmaron Fuerzas de Seguridad, que dieron cuenta también de los dos detenidos y 23 órdenes de allanamiento cumplidas, una de ellas en un presidio.

La operación, en la que participaron unos 100 policías, tuvo lugar en Cristinapolis, un municipio de 17.000 habitantes a unos 120 kilómetros de la capital estatal, Aracaju.

La acción policial tuvo origen en una denuncia anónima que apuntó a un presidiario como líder de la organización criminal, acusada de homicidios y tráfico de drogas en el municipio Tomar do Geru, cerca de Cristinapolis.

El grupo, según la investigación, está liderado por Michel Silva Pena, preso por la muerte de un policía militar en 2015.

La región vive episodios violentos este año, con un homicidio consumado y cinco intentos, «en razón de disputa por el control de puntos de venta de estupefacientes», según las autoridades, que presuntamente tuvo como protagonista al grupo alcanzado por la operación del miércoles y otra facción criminal.

Las Fuerzas de Seguridad de Brasil son habitualmente criticadas por organizaciones de derechos humanos por hacer un uso desmedido de la fuerza, especialmente contra la población negra.

En 2022, 175 personas murieron durante intervenciones policiales en Sergipe, el estado más pequeño de Brasil, donde viven 2,2 millones de personas, según datos de la secretaría de seguridad estatal.