El ministro del Interior de Alemania dijo que se redoblará la presencia policial en todo el país para vigilar mejor mezquitas y otros sitios, luego de que un ultraderechista alemán matara a tiros a nueve personas en un crimen racista que conmocionó al país.

El hombre, de 43 años, asesinó a sus víctimas, todas ellas de ascendencia extranjera, anteanoche en la ciudad de Hanau antes de matar a su madre y suicidarse en su domicilio, donde fue hallado por la policía.

El asesino, identificado como Tobias Rathjen, dejó varios textos y videos delirantes y grotescos en los que llamó al exterminio completo de razas consideradas inferiores y aseguró haber estado bajo la vigilancia de los servicios secretos desde su nacimiento.

El fiscal general de Alemania, en tanto, confirmó hoy informaciones de prensa de que Rathjen le envió una carta el año pasado para que las autoridades dejaran de vigilarlo.

Pero la carta no generó alarma en la Fiscalía, y no contenía ninguna amenaza de un ataque inminente.

El ministro del Interior, Horst Seehofer, dijo que autoridades de seguridad de los estados federados y los organismos de seguridad del país con los que hoy mantuvo consultas acordaron incrementar la presencia policial en toda Alemania.

Seehofer precisó que habrá mayor vigilancia en «sitios sensibles», incluyendo mezquitas, y una alta presencia policial en estaciones de trenes, aeropuertos y fronteras.

La matanza en Hanau alimentó los temores por la creciente violencia de extrema derecha en Alemania reflejada en varios ataques previos y por el auge del partido anti inmigración y anti islam Alternativa para Alemania (AfD).

«La amenaza del extremismo de derecha, el antisemitismo y el racismo es extremadamente alta en Alemania», dijo Seehofer a periodistas en Berlín.

Miles de personas se congregaron anoche en ciudades de toda Alemania para celebrar vigilias por las víctimas de Hanau en medio de renovados pedidos a las autoridades para reprimir el extremismo de ultraderecha.

La jefa de gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, dijo que el ataque en Hanau expuso el «veneno» del racismo en el país.

Un dirigente del Partido Socialdemócrata (SPD), aliado de la coalición de gobierno de la conservadora Merkel, acusó a AfD de dar estímulo ideológico a personas como el atacante de Hanau. «El tiroteo de Hanau fue cometido por una sola persona, eso es lo que parece; pero hubo muchos que les proveyeron munición, y AfD es uno de ellos», dijo Lars Klingbeil.

AfD ha rechazado la responsabilidad por los ataques de extrema derecha, incluyendo un atentado antisemita en octubre pasado contra una sinagoga y el asesinato de un político regional que apoyaba la inmigración, en junio de 2019.

Una de las cuestiones clave suscitada por el tiroteo es si las autoridades estaban de alguna manera al tanto de que Rathjen representaba un peligro.

«Esa es una de las cosas que me interesan en particular en esta investigación. Quién sabía qué cosa», dijo el ministro Seehofer.

El fiscal general Peter Frank, reiteró hoy que la investigación se centrará en los movimientos de Rathjen previos al ataque, y en si tuvo contacto con otras personas dentro o fuera de Alemania.

El padre del sospechoso estaba siendo interrogado, agregó. Frank admitió, como informó ayer el diario alemán Bild, que Rathjen le envió una carta hace tres meses.

La carta no contenía casi ninguno de los comentarios racistas y defensas del gonocidio más explícitos encontrados en el manifiesto y dos videos publicados por el tirador en Internet y no provocó acción alguna de los fiscales, agregó Frank.

Las principales organizaciones musulmanas en Alemania pidieron hoy que se mencione concretamente la islamofobia como un problema y como la motivación principal del asesino.

«Sabemos que el asesino escogió a sus víctimas porque eran musulmanes. El que no mencione la islamofobia se hace cómplice», señaló el presidente del Consejo de Coordinación de los Musulmanes, Zekeriya Altug.