La organización Amnistía Internacional (AI) acusó hoy al gobierno marroquí de utilizar un programa israelí de espionaje para vigilar a los defensores de derechos humanos más críticos en el país.

Un comunicado de la organización humanitaria señala que «estos ataques forman parte de un patrón más amplio de represalias de las autoridades marroquíes contra los defensores de los derechos humanos desde hace unos años», y concretamente desde 2016, fecha desde la cual «las autoridades recurren cada vez más a leyes represivas».

AI cita en el comunicado los casos del activista Maati Monjib, profesor universitario y activista en varias causas proderechos humanos y el de Abdessadak el Bouchtaui, abogado defensor de los presos del movimiento rifeño Hirak, actualmente en el exilio en Francia, informó la agencia de noticias EFE.

Ambos declararon haber recibido SMS que contenían accesos a «vínculos nocivos» que, en caso de abrirse, habrían instalado en secreto en sus teléfonos un programa llamado «Pegasus» (de la compañía israelí NSO Group) con el que es posible tomar control total del teléfono.

Aunque admite que no dispone de pruebas, Amnistía afirma que «es de temer que los servicios de seguridad marroquíes estén detrás de esta vigilancia», y ello porque el grupo NSO «es conocido por vender sus programas espías exclusivamente a organismos gubernamentales encargados del espionaje y el mantenimiento del orden».

Estos actos de vigilancia informática «a militantes pacíficos» equivalen a «intimidación y acoso» contra los defensores de derechos humanos en Marruecos, y son «una espantosa violación de su derecho a la intimidad y a la libertad de expresión».

AI recuerda que en mayo pasado llevó al ministerio de Defensa de Israel a los tribunales de ese país para pedirle revocar la licencia de exportación del grupo NSO al considerar que sus productos servían para «hipotecar los derechos humanos» en distintas partes del mundo.