Se viven horas frenéticas en las mesas decisorias de la diplomacia militar estadounidense luego del ataque orquestado por Washington en Bagdad (Irak), en el que perdió la vida el jefe de la Guardia Revolucianaria Iraní, Qasem Soleimani, máxima figura militar de Irán.
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En medio de un revuelo internacional y elucubraciones sobre la respuesta del país asiático, el Departamento de Defensa de Estados Unidos habría aprobado el envío de alrededor de 3.000 tropas adicionales a Medio Oriente.
Según reportó la cadena NBC News, citando a un funcionario militar y unos funcionarios de Defensa estadounidenses, horas después del ataque, los militares serán enviados a Irak y Kuwait y permanecerán en la región durante 60 días.
Estas milicias se unirán a los ya 650 soldados estadounidenses que se encuentran en esa zona.
Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano emitió una alerta instando a los ciudadanos estadounidense a abandonar Irak de inmediato y “no acercarse a la embajada”, después del operativo militar que terminó con la vida de Soleimani, de un líder de las milicias chiitas locales y al menos otras diez personas durante la noche de este viernes en Bagdad.
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“Debido al aumento de las tensiones en Irak y la región, instamos a los ciudadanos estadounidenses a que abandonen Irak de inmediato», instó el Departamento de Estado a través de sus perfiles en diferentes redes sociales.
En particular, el mensaje fue publicado en el Twitter de la Oficina de Asuntos Consulares de ese organismo, en el que explicaron que «debido a los ataques de las milicias respaldadas por Irán en el complejo de la Embajada de los Estados Unidos, se suspenden todas las operaciones consulares».
La respuesta, ¿inevitable escalada?
El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatollah Ali Jamenei, aseguró este viernes que quienes asesinaron al comandante de la Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimani, se enfrentan a una «dura venganza».
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En un comunicado publicado por medios oficiales iraníes, el ayatollah Jamenei culpó a la «gente más cruel de la tierra» del asesinato del «honorable» comandante que «luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo».
«Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza», agregó el líder.
