El líder opositor y exviceprimer ministro ruso Boris Nemtsvo ha muerto este viernes en Moscú después de que un atacante desconocido le disparara hasta ocho veces, según han informado los medios de comunicación locales.

Al parecer, Nemtsvo estaba paseando junto a una mujer cerca del Kremlin, en el centro de Moscú, cuando un hombre armado abrió fuego en su contra.

Nemtsov, del partido político opositor RPR-Parnas, fue viceprimer ministro durante el Gobierno de Boris Yeltsin, cargo que le valió para despuntar como posible candidato presidencial.

Bajo el mandato de Vladimir Putin, Nemtsov ha sido uno de los opositores más contundentes a la hora de criticar las políticas gubernamentales.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, condenó la muerte de su opositor y alertó que, por cómo se ha producido, podría tratarse de un asesinato por encargo, informó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

Peskov indicó que Putin fue informado de inmediato sobre la muerte de Nemtsov y que, tras ello, consideró que se trata de una provocación, apuntando que incluso podría ser un asesinato por encargo.

Además, el jefe de Estado ordenó al Servicio de Seguridad Federal (FSB) y al Ministerio de Interior que creen una comisión de investigación para este caso, de acuerdo con la agencia de noticias rusa Itar-Tass.

El opositor asesinado, reconoció en una entrevista reciente que «temía» al presidente ruso por su fuerte oposición al posicionamiento del Gobierno en el conflicto ucraniano, contra el que había convocado una manifestación para este domingo.

Nemtsov, de 55 años, explicó en una entrevista publicada hace unas semanas en el portal web ruso ‘Sobesednik’ que su madre estaba «preocupada» por las posibles consecuencias de su oposición a Putin, las manifestaciones que organizaba en contra del conflicto ucraniano y su actividad a través de Internet y redes sociales.

«¿Cuándo vas a dejar de regañar a Putin? ¡Te matará!«, le instaba su madre, según relató el propio Nemtsov. Ante la pregunta de si él tenía miedo, el opositor respondió que «un poco». «No tanto como mi madre», afirmó. «Si le temiese mucho sería improbable que liderase un partido opositor y que estuviese involucrado en lo que estoy», subrayó.