Dos atacantes suicidas a bordo de una moto detonaron hoy explosivos que llevaban consigo cerca de la embajada de Estados Unidos en la capital de Túnez, y un policía murió y cuatro resultaron heridos en el atentado, informaron autoridades y medios locales.

En un comunicado, el ministerio del Interior dijo que ambos atacantes murieron y que un civil sufrió heridas leves en el ataque en la ciudad de Túnez.

En el mismo comunicado, informó que cinco policías resultaron heridos.

Más tarde, la agencia de noticias estatal TAP, citando al Ministerio del Interior, informó que uno de los agentes sucumbió a sus heridas.

Todas las unidades de seguridad de la capital fueron puestas en alerta máxima, afirmó la nota ministerial.

Cientos de policías acudieron al lugar del ataque, y francotiradores se apostaron en techos de edificios cercanos, informó CNN.

La policía acordonó el área en torno al estallido, que quedó regada de escombros y con una moto carbonizada y un vehículo policial dañado, agregó la cadena de noticias.

El diputado que preside la Comisión de Fuerzas Armadas y Seguridad del Parlamento tunecino confirmó versiones de prensa de que los atacantes iban en moto.

El diputado, Yosri Dali, dijo a la Radio Mosaique que se inmolaron cuando la policía los paró en un puesto de control y les preguntó adónde se dirigían.

La embajada estadounidense emitió un alerta de seguridad a través de Twitter en el que pidió «evitar la zona».

Decenas de personas han muerto en múltiples ataques en Túnez cometidos por islamistas radicales, entre ellos uno contra el famoso Museo Nacional del Bardo en 2015 en el que murieron 22 personas en el acto y una más, días después.

En junio de ese año, 38 personas fueron muertas cuando un hombre atacó a tiros una playa cercana a la ciudad balnearia de Susa.

Ambos atentados fueron reivindicados por el grupo extremista Estado Islámico (EI).

La embajada estadounidense, que se sitúa en una zona residencial cerca de la periferia de Túnez, fue atacada en 2012 por una multitud indignada por una película antimusulmana producida en Estados Unidos.

Los islamistas han ganado poder y presencia en Túnez desde la caída del gobierno laico y autocrático del ex presidente Zine El Abidine Ben Ali, en enero de 2011.

Túnez se encuentra bajo estado de emergencia en virtud de un decreto firmado a fines de enero por el presidente, Kais Saied, y que estará en vigor hasta el 29 de abril.

La medida da poderes excepcionales a las fuerzas de seguridad, permitiendo, entre otras cosas, limitar el movimiento de la población o prohibir manifestaciones o huelgas susceptibles de derivar en desórdenes.

El país árabe del norte de África vive bajo esta situación de excepcionalidad desde noviembre de 2015, a raíz de un atentado perpetrado contra un colectivo de la Guardia Presidencial.