El atacante se inmoló cerca de la entrada de la sección consular de la Embajada. El portavoz del Kremlin calificó el suceso como “un atentado terrorista inaceptable”.
Nadie se atribuyó el ataque en el que también falleció el hermano del pastor y donde 23 personas resultaron heridas. El autor se inmoló y murió en el acto junto con las otras personas.
En la capital Kabul, los talibanes enfrentan una serie de mortíferas acciones del grupo yihadista rival Estado Islámico. Los atacantes iban habitación por habitación ultimando a disparos a los internados y cuando se quedaban sin municiones, los apuñalaban.
El hecho ocurrió en las afueras de la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, en Makassar, ciudad portuaria de 1,5 millones de habitantes en el sur de la isla Célebes. Los investigadores los atribuyen a seguidores del Estado Islámico.
Un atacante suicida detonó su cinturón cargado de explosivos en un concurrido mercado en el área de Bab al Sharji, y unos minutos después otro atacante hizo lo propio en el mismo mercado.
Se trata de dos personas que se movilizaban en una moto y detonaron explosivos que llevaban consigo. Los atacantes murieron y hubo también cuatro agentes del orden heridos.
"Según las informaciones preliminares, la persona que entró en el edificio sacó de un bolso un objeto no identificado que estalló en sus manos, como consecuencia de lo cual sufrió heridas mortales", afirma el comité antiterrorista en un comunicado, en el que añade que los tres heridos son "empleados del FSB".
Según fuentes gubernamentales, entre los fallecidos está el atacante, seis civiles y un policía, mientras que hay nueve heridos, dos de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.
Los atentados llegaron un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, recibiera a su par nigeriano, Muhammadu Buhari.
Un atacante suicida hizo detonar los explosivos que portaba en su motocicleta, cerca de donde se reunían cientos de simpatizantes del presidente afgano, Ashraf Ghani, en la provincia de Nangarhar.
Un kamikaze detonó su bomba al final de un concierto de la estrella pop juvenil y además de las personas fallecidas se registraron 59 heridos. Fue el incidente más grave desde los ocurridos en 2005.
Ocurrió por la explosión de una bomba al paso del convoy en que se desplazaba el vicepresidente del Senado paquistaní, Abdul Ghafoor Haideri, quien sufrió heridas leves. Podría tratarse de un ataque suicida.