Un ataque con explosivos contra el mayor hospital militar de Afganistán dejó al menos 19 fallecidos y 50 heridos en Kabul, la capital, donde los talibanes enfrentan una serie de mortíferas acciones del grupo yihadista rival Estado Islámico.

«El ataque fue iniciado por un terrorista suicida a bordo de una moto, que se inmoló en la entrada del hospital», dijo un responsable talibán que no quiso revelar su identidad. Luego ingresaron hombres armados, agregó.

«Diecinueve cadáveres y alrededor de 50 personas heridas fueron llevadas a hospitales de Kabul», agregó un responsable sanitario, citado por la agencia de noticias AFP.

Estas explosiones son el último episodio de una mortífera serie de ataques en el país desde la llegada al poder a mediados de agosto de los talibanes, enfrentados con la rama local del Estado Islámico (EI).

El ataque de hoy no fue reivindicado por ningún grupo.

«Todo los agresores murieron», informó el responsable talibán.

Desde dentro del hospital, una fuente médica narró el atentado.

«Escuchamos una fuerte explosión a la altura del primer control del hospital. Nos dijeron que fuéramos a habitaciones seguras. También escuché disparos», relató.

«Todavía puedo escuchar disparos de arma dentro del edificio del hospital. Creo que los atacantes están yendo habitación por habitación, como la primera vez que fue atacado», agregó.

Este hospital, que trata a soldados talibanes heridos y las fuerzas de seguridad del Gobierno derrocado, había sido previamente asaltado en 2017 por hombres armados vestidos de personal médico que mataron a decenas de personas.

Durante horas, los atacantes fueron habitación por habitación disparando a los pacientes o apuñalándolos cuando se quedaban sin munición. Ese ataque fue reivindicado por el EI, aunque algunos supervivientes apuntaron a los talibanes.

Aunque ambos son grupos sunnitas radicales, el Estado Islámico y los talibanes están enfrentados por la estrategia a seguir en Afganistán.

La rama local del grupo islamista Estado Islámico del Khorasan (EI-K) ha reivindicado cuatro atentados masivos en Afganistán desde el 15 de agosto, incluido el ataque contra el aeropuerto de Kabul durante la evacuación masiva lanzada por las potencias accidentales, con Estados Unidos a la cabeza, y varias explosiones en mezquitas chiitas.

La milicia también se adjudicó la responsabilidad del último ataque a la capital afgana, el 3 de octubre, cuando al menos cinco personas murieron en una explosión ocurrida cerca de la mezquita Id Gah.

La primera explosión de este martes tuvo lugar después del mediodía. Las imágenes publicadas en redes sociales mostraban humo negro subiendo hacia el cielo tras las detonaciones.

Qari Saeed Khosty, vocero del Ministerio del Interior, dijo que las fuerzas especiales de los talibanes acudieron al lugar para proteger la zona después de que «una bomba» estallara.

Las calles alrededor de la fuertemente protegida «Zona Verde», donde se ubicaban las antiguas sedes de embajadas occidentales, fueron cerradas al tránsito y los talibanes estaban realizando operaciones de búsqueda.