Dos hombres armados atacaron el vehículo donde se trasladaban las funcionarias, en pleno centro de Kabul. El conductor también resultó herido. El ataque se dio en medio de una nueva escalada de violencia que azota al país nororiental desde los últimos meses.
En Kunduz, ubicado en el norte de Afganistán, los ataques se sucedieron durante la noche de este domingo en la base de la que escaparon los insurgentes y se llevaron material militar. También se realizaron en otras ciudades de distintos puntos del país.
El Ministerio de Defensa afgano indicó que los talibán atacaron anoche un puesto de control en el distrito de Alishing y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, según informó la cadena de televisión Tolo.
La explosión ocurrió en el noreste de la capital afgana, en una zona donde hay además un complejo del gobierno y una base militar extranjera, informó el vocero del Ministerio de Interior afgano, Nasrat Rahimi, en un comunicado.
A las puertas de las elecciones general del 28 de septiembre, los dos atentados provocaron la condena unánime del Gobierno afgano y la comunidad internacional.
El motivo de la cancelación tiene que ver con que el grupo insurgente reivindicara un atentado en Kabul en el que murió un soldado estadounidense.
Los talibanes reivindicaron la autoría del ataque "contra un puesto de control del Directorio Nacional de Seguridad".
Las autoridades afganas indicaron que varias personas que sufrieron heridas de gravedad durante el atentado fallecieron en los últimos días.
En un comunicado el grupo armado explicó que el atentado estuvo dirigido contra esa boda porque buscaba lastimar a "renegados politeistas", un referencia que parece referirse a la minoría chiita del país, esta vez la comunidad hazara.
El Ministerio del Interior confirmó el atentado y agregó que el inmueble estaba abarrotado en el momento del ataque, consignó la agencia de noticias Europa Press.
El portavoz del ministerio de Salud, Wahidullah Mayar, dijo que la mayoría de las víctimas trasladadas al hospital son civiles, incluidas mujeres y niños.
Washington, que busca poner fin a una guerra de más de 13 años -la más larga de su historia-, dijo que confiaba en llegar a un acuerdo antes de las elecciones presidenciales afganas de septiembre.