El primer ministro talibán, Mohammad Hasan Akhund, llamó este miércoles a los países musulmanes a ser los primeros en reconocer oficialmente a su gobierno en Afganistán, muy necesitado de la ayuda internacional para evitar el colapso económico.

Akhund, quien participó en una conferencia económica en la capital, Kabul, pidió a los países musulmanes que «no esperen a otros» y anuncien su reconocimiento, informó la cadena de televisión afgana Tolo TV.

Hasta ahora ningún país reconoció al gobierno talibán, que tomó el poder hace cinco meses luego de la caótica retirada de las tropas de Estados Unidos y sus aliados tras 20 años de ocupación extranjera.

Las naciones occidentales esperan ver cómo se comportarán los talibanes, recordados por los abusos de derechos humanos durante su primera etapa al frente de Afganistán entre 1996 y 2001.

En diciembre, una reunión de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC) se negó a reconocer formalmente al gobierno afgano y el ministro talibán de Relaciones Exteriores fue excluido de la foto oficial durante el evento.

La conferencia económica fue convocada en un momento en que el país está cada vez más sumido en una profunda crisis humanitaria que hizo saltar las alarmas, dada la dependencia de la ayuda internacional de Kabul.

Afganistán está a las puertas de un desastre humanitario.

Tras la llegada al poder de los talibanes al país, Estados Unidos le impuso sanciones.

Afganistán también sufrió la congelación de fondos del Banco Central, ya que la comunidad internacional teme que los fondos sean desviados por el grupo islamista.

El viceprimer ministro afgano, Abdulsalam Hanafi, resaltó que durante los 20 años de invasión estadounidense el 75% de los recursos del país dependían de la ayuda internacional, antes de agregar que esto «generó corrupción», informó la cadena 1TV.

«No queremos (la ayuda) para las autoridades. La queremos para nuestra gente», aseguró Akhund, y agregó que los talibanes cumplieron con las condiciones necesarias de restauración de la paz y la seguridad.

La OIC se comprometió a trabajar con la ONU para intentar desbloquear cientos de millones de dólares en recursos afganos congelados, al tiempo que urgen a los talibanes a acatar las obligaciones internacionales en materia de derechos de las mujeres.

La protección de los derechos de las mujeres y la conformación de un gobierno inclusivo que refleje la diversidad étnica de Afganistán son algunas de las principales demandas de la comunidad internacional.

Pero Hanafi dijo este miércoles que el gobierno «no sacrificará la independencia de la economía del país doblegándose a las condiciones de los donantes».

En Afganistán no hay empleos disponibles y muchos trabajadores públicos están sin salario desde hace meses.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que medio millón de afganos perdieron sus empleos en el tercer trimestre de 2021, una cifra que subiría a 900.000 a mediados de este año.

«Las operaciones humanitarias necesitan desesperadamente más dinero y más flexibilidad», dijo la semana pasada el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien agregó que «las heladas temperaturas y los fondos congelados son una combinación letal para el pueblo de Afganistán».

«Las normas y condiciones que evitan que el dinero sea usado para salvar vidas y la economía deben ser suspendidas en esta situación de emergencia», resaltó Guterres.

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó en diciembre una resolución estadounidense para permitir que alguna ayuda llegue a los afganos necesitados sin violar las sanciones internacionales.

Pero hay cada vez más llamados de grupos de defensa de los derechos humanos y civiles y de ayuda para que los países occidentales liberen más recursos, en especial en medio del invierno.

Pakistán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos fueron los únicos países en reconocer al gobierno talibán cuando tomó el poder en 1996 tras una sangrienta guerra civil.