Bélgica ampliará el suministro de pastillas de yodo a la población con carácter preventivo en caso de que se produzca un accidente nuclear, según anunció hoy la ministra de Sanidad, Maggie De Block.

La funcionaria adelantó la medida ayer ante la comisión de Salud del Parlamento federal, donde dijo que se ampliará a habitantes que residan hasta 100 kilómetros a la redonda de las zonas consideradas sensibles en torno a las centrales nucleares belgas, por recomendación del Consejo superior de Salud y la agencia federal de control nuclear, informó el diario Libre Belgique.

Según la prensa local, hasta ahora sólo a los residentes que viven a 20 kilómetros tenían acceso a estas píldoras que actúan sobre la tiroides saturándola de yodo lo que evita la absorción del yodo radiactivo que liberaría un escape nuclear.

Este cambio en la política de prevención se produce en un momento en el que la seguridad del parque nuclear belga fue puesto en duda por países vecinos, incluido Alemania, que la semana pasada instó a las autoridades belgas a cerrar temporalmente al menos dos de sus reactores.

Además del carácter preventivo, esta medida se produce tras los atentados del 22 de marzo en Bruselas que también pusieron en duda la seguridad en las centrales del país en este contexto.

De hecho, el diario La Dernière Heure publicó que un hombre que trabajaba como agente de seguridad en una central nuclear belga fue asesinado el jueves 24, dos días después de los atentados, y que su pase de entrada fue robado.

Incluso, el mismo día de los atentados, tras los ataques, las centrales nucleares de Doel y Tihange fueron evacuadas.

También las autoridades belgas retiraron los pases de entrada a la central nuclear de Tihange a varias personas y redujeron provisionalmente la plantilla, además de reforzar el dispositivo de seguridad con guardias privados, policías locales y federales y militares.

Bélgica tiene dos centrales de energía nuclear, una es Doel, cerca de la frontera con Países Bajos, y la otra es Tihange, próxima a Alemania y Luxemburgo. Además, se han tenido en cuenta para las medidas preventivas la cercanía de las plantas en el norte de Francia y en el sur de Países Bajos.