El multimillonario y ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien se lanzó hace 25 años al ruedo político, fue elegido por primera vez al Parlamento Europeo.

El magnate de las comunicaciones, de 82 años, con problemas de salud, se preparó a su manera para ese nuevo encargo: adquirió una magnífica mansión en Bruselas con piscina, gimnasio y salones para recepciones en el distrito de las embajadas, según el diario La Stampa.

Su partido, Forza Italia, forma parte de la familia del PPE, que incluye partidos de derecha a favor de Europa, que reivindica la presidencia de la Comisión Europea, principal cargo en juego.

«Seré el único líder que realmente estará en Europa porque estaré físicamente en Bruselas, además de ser un parlamentario con mucha experiencia», aseguró dos días antes de la votación.

«Creo que Viktor Orban (ultraconservador) es un perro suelto, pero está haciendo un buen trabajo en Hungría y definitivamente se quedará en el PPE», comentó.

El partido soberanista del primer ministro húngaro, Viktor Orban, arrasó el domingo con una victoria abrumadora del 52,3% de los votos.

Berlusconi prometió renovar los vínculos de la UE con la Rusia de Vladimir Putin, su gran amigo.

«Debemos superar los problemas y lograr que la Federación Rusia se una a otros países europeos porque Rusia es ciertamente un país occidental», dijo.

«El peligro para nuestro futuro es China. Por su economía y su población», advirtió.

Berlusconi llega al parlamento europeo encabezando una formación muy debilitada, que representa sólo el 8,8% de los votos en Italia, ampliamente superada por la derechista Liga Norte, por años aliados.

La última vez que se presentó «Il Cavaliere» fue en las elecciones generales del pasado año, en las que su nombre encabezaba la papeleta de su partido a pesar de que estaba inhabilitado por fraude fiscal desde 2013, año el que tuvo que abandonar el Senado.

Berlusconi era considerado por la Comisión Antimafia del Parlamento italiano como uno de los «candidatos impresentables» en las elecciones europeas debido a sus numerosos problemas judiciales.