El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, disertó hoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York y negó que la Amazonia esté siendo consumida por el fuego, al mismo tiempo que aseguró que «es una falacia decir que es patrimonio de la humanidad» que representa «los pulmones de la Tierra».

El mandatario brasileño, un escéptico sobre el cambio climático que defiende la explotación comercial en áreas de preservación ambiental e indígena, intentó convencer mediante su discurso a los líderes mundiales presentes de que tiene bajo control la situación en la Amazonia.

Esto cae, según señala el portal El Mundo, en clara contradicción con las estadísticas, ya que las mismas indican que la deforestación se duplicó en la primera mitad del año, y los incendios casi se triplicaron en agosto en relación al año anterior, provocando la reacción internacional.

Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, Bolsonaro manifestó que «es una falacia decir que la Amazonia es Patrimonio de la Humanidad; es falso que la Amazonia, nuestra selva, sea el pulmón del mundo».

«Valiéndose de estas falacias algún que otro país, en lugar de ayudar, se subió a las mentiras de los medios y se portó de manera irrespetuosa y con espíritu colonialista. Cuestionando nuestro valor más sagrado: nuestra soberanía», afirmó el presidente de Brasil.

Otros mandatarios reaccionaron de manera distinta. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó a proponer que se le conceda a la Amazonia un «estatuto internacional», algo que indignó a Bolsonaro por una supuesta intromisión en su soberanía. «Fue una propuesta absurda», expresó ante la ONU.

Según las cifras oficiales, la deforestación de la Amazonia brasileña prácticamente se duplicó entre enero y agosto, y representa este año el equivalente a 640.000 canchas de fútbol.