La cámara de Diputados de Brasil realizó este viernes la primera sesión de las 15 previstas para que una comisión especial recomiende la apertura o el archivamiento de un pedido
de juicio de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff.

«Es mejor que sea rápido para que el país pueda conocer su verdadera agenda, no podemos quedarnos
con una única agenda que sea la del impeachment (…) Podría ser en 30 días», dijo Cunha tras dar por iniciado el trabajo del cuerpo legislativo.

«Lo más probable es que sea en la semana del 20 o del 27 de abril», añadió.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), fue acusada por un grupo
de juristas apoyados por la oposición de haber aumentado gastos sin permiso del Congreso y de tapar agujeros del presupuesto con préstamos de bancos estatales en 2014, el año de su reelección,
y a inicios de 2015.

El plan de Cunha, un fino conocedor de la cámara abiertamente enfrentado con Rousseff, es que la
comisión de 65 diputados constituida el jueves funcione todos los días posibles, hasta cumplir las 10 sesiones previstas para la defensa y las cinco para que sus integrantes lleguen
a un dictamen y hagan una recomendación a los 513 diputados federales de Brasil.

Un eventual parecer favorable a un juicio de destitución debe ser aprobado por los
dos tercios de la Cámara (342 diputados).