La explanada de los ministerios en la capital de Brasil amanecieron este domingo llenas de vallas, con el fin de separar a adversarios y partidarios de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff el próximo fin de semana, cuando la Cámara de Diputados vote al respecto.

Según estima el Gobierno a través de la Secretaría de Seguridad Pública de Brasilia, unas 300 mil personas se concentrarán en la explanada entre el 15 y el 17 de abril. Además, unos 3 mil policías y 500 bomberos serán desplegados para controlar la multitud.

«Somos conscientes de la importancia de este momento histórico y trabajamos para proporcionar las condiciones necesarias para que la gente ejerza su derecho a manifestarse sin poner en peligro la vida de los ciudadanos ni la integridad del patrimonio», afirmó la subrayó secretaria de seguridad pública, Marcia de Alencar, citada por el sitio web G1 de Globo.

La colocación de las vallas fue realizada por una treintena de presos en régimen de semilibertad en conjunto con empleados. El montaje consiste en un corredor de separación de 80 metros de ancho y un kilómetro de largo que irá de la catedral al Parlamento y por el que solo podrán circular las fuerzas de seguridad.

Desde el domingo, manifestantes opositores al gobierno, pertenecientes al movimiento Vem pra Rua, instalaron paneles con estimaciones de la votación del impeachment así como imágenes de diputados y su posición sobre el juicio de la presidenta, criticando a los que se oponen.

También en Brasilia este domingo, un hombre se prendió fuego frente al palacio presidencial de Planalto. Tiene entre unos 45 y 50 años de edad y fue socorrido por bomberos y trasladado a un hospital, donde se constató que quedó con más del 70% de su cuerpo quemado.  No se informó hasta ahora su identidad ni por qué se quemó, reportó la estatal Agencia Brasil.