El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) lanzó hoy un spot en el que afirma que el año comienza tras el fin de los festejos carnavalescos cuando se iniciará, según prometió, un tiempo de «esperanza» frente a las amenazas de juicio político que enfrenta la presidenta Dilma Rousseff

«Dicen que el año comienza cuando el carnaval acaba», afirma un locutor detrás de imágenes de personas danzando bajo una lluvia de papeles de colores como ocurre en las celebraciones carnavalescas que se cierran hoy en casi todo el país, porque en algunos estados la fiesta sigue hasta el fin de semana.

El mensaje publicitario del PT es transmitido hoy en cadena nacional de televisión dentro del espacio gratuito al que tienen derecho los partido políticos.

La actividad política suele dar inicio, de hecho, sólo con el fin del Carnaval, a partir del Miércoles de Ceniza, cuando funcionarios del gobierno y representantes opositores retornan a Brasilia.

En ese sentido, está previsto que esta semana se realice una reunión de gabinete en la que serán discutidas medidas contra el virus Zika que afecta a toda la región y a Brasil, y la movilización nacional contra el mosquito Aedes aegypti a ser realizada el próximo sábado.

«Vamos comenzar poniendo nuestra energía, nuestro trabajo, vamos dejar de lado el pesimismo. Brasil es nuestra elección, Brasil es nuestro estandarte, un país vencedor», sostiene la pieza publicitaria del PT.

El tono optimista del texto se completa con imágenes de personas festejando o trabajando en escenarios soleados. El spot publicitario no incluye ni a la presidenta Rousseff ni al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, líder histórico del PT.

La próxima semana se reactivará en el Congreso la apuesta opositora para abrir un juicio por impedimento contra Rousseff,que comenzó a ser tramitado el año pasado.

Mientras tanto, la Justicia electoral sigue con el proceso en que se investiga si la mandataria recibió fondos ilegales en su campaña por la reelección en 2014.

Las fiestas de Carnaval no quedaron aisladas del clima político, y la corrupción, el transporte público, violencia policial y las Olimpiadas de Río de Janeiro fueron los principales temas de las tradicionales carrozas.

Payasos y bailarines de la escola do samba San Clemente hicieron sonar hoy su cacerolas en señal de protesta contra la corrupción durante el desfile de carnaval Río de Janeiro.

La última carroza alegórica de la agrupación estuvo dedicada a la protesta contra el gobierno simbolizada en decenas de payasos con sus cacerolas desfilando ante miles de espectadores reunidos en el Sambódromo Marques de Sapucaí.

El gesto de rechazo al gobierno y los casos de corrupción, como el escándalo en la petrolera Petrobras, fue incluido en el enredo carnavalesco que llevó por título «Más de mil payasos de salón».

Los cacerolazos se convirtieron en una forma de exprsar el repudio al gobierno de Rousseff ante las denuncias por corrupción que salpicaron a Petrobras y a decenas de políticos brasileños.