Por Nabih Yussef *

El general del Ejército brasileño Antonio Hamilton Martins Mourão, se refirió a la posibilidad de intervención militar del gobierno en una conferencia en el distrito federal de Brasilia. “O las instituciones solucionan el problema político por acción de la justicia, retirando de la vida pública a aquellos elementos envueltos en todos los ilícitos, o sino tendremos que imponer esto”, dijo el general en referencia a una eventual intervención de las FFAA. Para el general Mourão, los militares tienen un juramento de “compromiso con la patria”, más allá de si son “aplaudidos o no”, sentenció.

Las declaraciones del alto funcionario de las FFAA tuvieron lugar en la sede de la logia masónica de la capital brasileña, que agregaron condimentos conspirativos a sus palabras. Esto provocó un vendaval de críticas y halagos por parte de la misma corporación armada y por la clase política brasileña. Según Mourão, “su visión coincide con el alto comando del Ejército”.

El Comandante del Ejército, general Eduardo Villas Bôas, dijo que “no existe tal posibilidad”, y afirmó que la Fuerza defiende “la mantención del sistema democrático y la preservación de la Constitución, como también de sus instituciones”. El militar buscó bajar el tono de las declaraciones y confirmó que el problema “fue conversado y está superado”, al tiempo que calificó a Mourão como “un gran soldado”.

El presidente Michel Temer decidió dejar en manos de sus compañeros de armas la decisión de desplazar o no al general Mourão, lo que se tradujo -sin sorpresas- en la decisión del Alto Comando del Ejército de no aplicar sanciones al polémico general. Sin embargo, no es la primera vez que el militar originario de Rio Grande do Sul, se expresa en esos términos. En 2015, criticó al gobierno de la presidente Dilma Rousseff, mientras abogaba por “despertar la lucha patriótica” en el país.

Mourão se muestra crítico de los partidos políticos y afirma que “la mayoría de los políticos de hoy están privados de atributos intelectuales”, y continúa “los políticos solo dicen lo que queremos escuchar, no tienen compromiso con el futuro”, al tiempo que los calificó de “marketineros que engañan a la población”.

Quien se mostró abiertamente a favor de las polémicas declaraciones fue el ex Comandante de las tropas de Brasil en Haití, general Augusto Heleno. El militar en reserva comunicó su “apoyo irrestricto a mi amigo de larga data y respetado jefe militar”.

Quien también envió su apoyo, fue el diputado Jair Bolsonaro, que defendió las declaraciones del alto funcionario militar y calificó lo sucedido como una “manifestación de la libertad de expresión del militar”. El diputado por Rio de Janeiro, indicó “no encontré nada de más, él habló como cualquier brasileño que está indignado con este estado de putrefacción de la política brasileña”, y sentenció “es un ciudadano y no hay que condenarlo”.

Bolsonaro es ex militar del Ejército brasileño y comparte con Mourão su admiración por el ex militar Carlos Alberto Brilhante Ustra, sindicado como torturador de la última dictadura militar, “el pavor de Dilma”, advierte Bolsonaro.

El desencanto de la población brasileña con su dirigencia política es caldo de cultivo para este tipo de declaraciones y conspiraciones. Bolsonaro confirmó que competirá por la presidencia de Brasil en las siguientes elecciones, siendo el primer ex militar con chances de llegar a la primera magistratura por el voto directo después del golpe militar de 1964.

*Analista internacional y Director del Consejo de Estudios Interdisciplinarios Económicos y Políticos www.CEIEP.org