Brasil recaudó 50.900 millones de reales (16.000 millones de dólares al cambio actual) en impuestos y multas en el marco de un programa de regularización de activos no declarados en el extranjero, informó este martes el secretario del ente recaudador.

El plan voluntario «fue muy exitoso», resumió el funcionario de la Receita Federal, Jorge Rachid.

Los fondos recaudados equivalen al 30% del total declarado de 169.900 millones de reales, un 15% en concepto de tributo a la renta y otro 15% por multas.

Rachid especificó que los ingresos tributarios se repartirán entre los Estados y los municipios brasileños, mientras que las multas quedarán íntegramente en el ámbito federal.

La suma ayudará a oxigenar parte del enorme déficit de las cuentas públicas, previsto en 164.000 millones de reales para 2016, en momentos en que la mayor economía latinoamericana se encamina a cerrar su tercer año consecutivo con un rojo fiscal.

El programa contó con la colaboración de bancos extranjeros, como fue el caso de algunas entidades suizas, que exigieron a sus clientes regularizar la situación fiscal de esos activos por «razones de transparencia».

«Cada vez es más difícil ocultar activos en el extranjero, la cortina (de protección) es cada vez menor», señaló Rachid en una rueda de prensa convocada para anunciar el balance de la llamada Ley de Repatriación.