Chile logró aumentar sus niveles de escolaridad y de vivienda, al tiempo que redujo el hacinamiento en las últimas dos décadas, según se desprende de la segunda entrega de datos del Censo de 2017.

«Más relevante que la foto del minuto (que muestra el Censo) es la dinámica que lleva. Y la dinámica que deriva de estos datos demuestran una evolución positiva en todos los ámbitos», dijo el director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Guillermo Pattillo, en rueda de prensa.

Uno de los saltos más importantes se ha dado en materia de educación. Por ejemplo, entre 1992 y 2017 la proporción de personas de 25 o más años que ha aprobado al menos un curso de la educación superior subió de 11,7% a 29,8%.

En tanto, el promedio de años de escolaridad de la población de los mayores de 25 años también aumentó, pasando de 8,23 en 1992 a 11,05 en 2017. En las mujeres, el promedio creció de 8,08 a 10,95 en el mismo año y el de hombres, de 8,39 a 11,16.

En materia de vivienda se evidencia también otro cambio relevante. Si bien, el principal tipo de hogar en el país sigue siendo la casa, llegando al 79,7%, los apartamentos en edificios pasaron de representar 12,6% del total de viviendas a 17,5% en los últimos 15 años.

Por su parte, el porcentaje de hacinamiento por vivienda disminuyó de 17,2% en 2002 a 7,3% en 2017.

«No somos un país desarrollado, pero sin duda, que hemos avanzado de forma muy significativa», agregó Pattillo.

Otra muestra de avance es el explosivo incremento de la migración. El porcentaje de inmigrantes aumentó, pasando de 0,8% de la población en 1992 (105.070 personas) a 4,35% del total en 2017 (746.465 personas).