China le exigió a Estados Unidos que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cancele su planeada visita a Taiwán, al señalar que viola el principio de «una sola China».

Así lo anunció oficialmente hoy el portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian, quien advirtió que las consecuencias de la decisión de la legisladora demócrata recaerán sobre EEUU.

El anuncio salió al cruce de informaciones no oficializadas aún por Pelosi o el Congreso estadounidense acerca de que la legisladora podría visitar Taiwán en agosto.

Inicialmente, el viaje a Taiwán de una delegación de EEUU con Pelosi a la cabeza se planeaba para abril, y a partir de allí se comentó en círculos diplomáticos que esa visita – la primera de un presidente de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU desde 1997 – inevitablemente provocaría una protesta por parte de Beijing, reseñó la agencia de noticias Sputnik.

Más tarde se supo que Pelosi había dado positivo al test de coronavirus y la visita se pospuso por un plazo indefinido.

La Cancillería china le deseó pronta recuperación y al mismo tiempo instó a Washington a cancelar la visita, en vez de posponerla.

«China exige que EEUU acate estrictamente el principio de una sola China» y a partir de éste «no organice la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, a Taiwán, cese todos contactos oficiales con Taiwán y deje de crear factores de tensión en el estrecho de Taiwán», declaró el diplomático.

Además advirtió que si EEUU sigue actuando a su antojo, menospreciando su opinión, China tomará medidas para defender su soberanía e integridad territorial, y la responsabilidad por las consecuencias de eso recaerán sobre EEUU.

Taiwán se convirtió en 1895 en colonia de Japón y durante los 50 años posteriores estuvo gobernado por la administración colonial japonesa. Tras la derrota sufrida por Japón en 1945 en la II Guerra Mundial, pasó a formar parte de China.

Los vínculos entre Beijing y Taipéi se rompieron en 1949 después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a Taiwán.

Las relaciones entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a fines de la década de 1980, pero la política fundamental del Gobierno chino respecto de Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio de «un país, dos sistemas».