Chipre votaba este domingo en unas elecciones presidenciales a las que el mandatario saliente, Nicos Anastasiades, acude como favorito, con la promesa de impulsar las conversaciones de paz para la reunificación de la isla.

Chipre, con un millón de habitantes, está dividida en dos desde que en 1974 el ejército turco invadiera la parte del norte de la isla, en respuesta a un golpe destinado a anexionar el país a Grecia.

Los sondeos colocan como favorito a Anastasiades, que reivindica los avances de la recuperación económica, tras la crisis sufrida en 2013.

Sin embargo, es poco probable que el político de 71 años logre imponerse en la primera vuelta y el 4 de febrero se enfrentará o bien al candidato apoyado por los comunistas, Stavros Malas, o al expresidente Nikolas Papadopoulos, que defiende una línea más dura en las conversaciones de paz.

Pero la verdadera batalla será para superar la apatía que ronda a los cerca de 550.000 votantes registrados.

Anastasiades «es el probable ganador según las encuestas», dijo a la AFP el experto Christophoros Christophorou.

«Pero tenemos que ver qué alianzas hace para la segunda vuelta», agregó.

La reunificación

Como en todas las elecciones desde hace 44 años, la posibilidad de la reunificación es el principal tema de la campaña.

Esta isla del Mediterráneo está dividida entre la República de Chipre, que ejerce su autoridad en la parte sur, poblada por grecochipriotas, y la República Turca del Norte de Chipre (RTNC), únicamente reconocida por Ankara, que ocupa el 38% del territorio, donde viven unas 300.000 personas.

El proceso de paz está en punto muerto desde que las últimas negociaciones, apadrinadas por la ONU, fracasaran hace seis meses a causa de una serie de disputas, como la retirada de los 45.000 soldados turcos desplegados en la isla.

Pese al fracaso de las conversaciones, Anastasiades insiste en que quiere que los diálogos con el líder turco chipriota Mustafa Akinci sean retomados pronto.

Pero también ronda el escepticismo sobre si hay voluntad política para avanzar.

En el único debate televisado, los contrincantes de Anastasiades se turnaron para reprocharle ser demasiado flexible o no estar lo suficientemente decidido para alcanzar un acuerdo el año pasado.

Los debates de la campaña dejaron entrever que el camino para la reunificación se va a volver cada vez más complicado a medida que a cada ciclo de conversaciones ambas partes acuden con décadas de fracaso a sus espaldas.

En estas elecciones el partido ultra nacionalista ELAM, un acérrimo opositor de la reunificación, concurre con un candidato por primera vez.

En el norte, en las elecciones parlamentarias celebradas a principios de mes, los partidos opuestos a la reunificación lograron un importante avance.

Un enfoque económico

Sin embargo, aunque el «problema nacional» está siempre presente, esta vez la economía se ha colocado como el tema dominante.

«La economía ha pesado más que el problema chipriota en esta campaña», dijo a la AFP Fiona Mullen, directora de Sapienta Economics.

Cuando Anastasiades tomó el poder, el sector bancario había colapsado y el país tuvo que aceptar un rescate de 10.000 millones de euros (más de 12.000 millones de dólares) a cambio de duras medidas de austeridad, incluyendo quitas a los depósitos de más de 100.000 euros alojados en el mayor prestamista del país, Bank of Cyprus.

Desde entonces la economía se ha recuperado más rápido de lo que se esperaba y el crecimiento ha sido constante desde 2015.

El sector del turismo alcanzó máximos el año pasado y actualmente hay exploraciones para encontrar yacimientos de petróleo y gas offshore.

Pero la economía todavía no ha recuperado el nivel que tenía antes de la crisis, el desempleo sigue en un 11% y los bancos continúan lastrados por los créditos incobrables.

«La recuperación es relativa», sentenció Mullen.

Las urnas abrieron a las 07H00 hora local (05H00 GMT) y cierran a las 16H00 GMT y están previstos los resultados definitivos a última hora del día.