Rusia insistió hoy en negar su involucramiento en el derribo del Boeing 777 de Malaysia Airlines sobre el este de Ucrania, que causó la muerte a sus 298 ocupantes y rechazó la investigación internacional que apunta directamente a tres de sus ciudadanos y a un ucraniano.

El principal argumento de Moscú para negar legitimidad a la investigación internacional llevada a cabo por cinco países (Ucrania, Holanda, Australia, Bélgica y Malasia) es que en ella no participan expertos rusos.

La postura del Kremlin se basa en que «difícilmente se puede aceptar una investigación sin la participación de Rusia», declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Para Moscú la investigación se ha politizado desde el inicio, motivo que esgrimió en julio de 2015 para vetar en el Consejo de Seguridad de la ONU la creación de un tribunal internacional para juzgar a los responsables del ataque contra el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que volaba entre Amsterdam y Kuala Lumpur.

Además, el Kremlin rechazó los dos principales argumentos de la comisión de investigación: que el misil -de la clase Buk- que abatió el aparato fuera lanzado desde una zona controlada por los separatistas prorrusos y que la lanzadera hubiera sido transportada desde Rusia, adonde habría regresado después del derribo, consignó la agencia de noticias EFE.

Las autoridades de Ucrania acusaron a los separatistas prorrusos del ataque contra la aeronave, que se produjo sobre el territorio que estos controlaban.

Momentos después del derribo, el jefe militar de los separatistas, el ruso Igor Guirkin, anunció que habían destruido en vuelo un avión de transporte militar ucraniano AN-24, del que nunca más se tuvo noticia.

Guirkin y tres de sus subordinados fueron señalados por el Equipo de Investigación Conjunta (JIT) como sospechosos de la tragedia.

El presidente ruso Vladímir Putin aludió a las declaraciones de un supuesto controlador aéreo español que dijo haber visto a dos cazas ucranianos volando junto al avión de pasajeros, que resultaron ser falsas.

«Según nuestros especialistas y expertos, no solo de los servicios secretos, y también peritos balísticos, el impacto fue en la cola de avión. Y si es así, fue desde el lado donde se encontraban los sistemas de defensa antiaérea del ejército ucraniano», afirmó Putin en un documental reciente rodado por el prestigioso director norteamericano Oliver Stone.

El caso será llevado a la Justicia holandesa antes de fin de año y el 9 de marzo de 2020 se celebrará la primer vista del juicio.