El gobierno de Estados Unidos puso en marcha redadas en nueve ciudades con el objeto de detener a más de 2.000 inmigrantes ilegales susceptibles de ser deportados.

Las acciones fueron confirmadas por voceros gubernamentales no identificados al diario The Wall Street Journal y a las televisoras CBS, CNN y NBC, entre otros medios.

El director del Servicio de Inmigración y Aduanas, el organismo encargado de las redadas, Matthew Albence, explicó que el objetivo de las redadas es detener a “individuos específicos, que vinieron ilegalmente a este país, tuvieron la oportunidad de reclamar asilo a un juez de inmigración y la mayoría de ellos eligió no darse esa oportunidad”.

Las operaciones se llevan a cabo en Atlanta (estado Georgia), Baltimore (Maryland), Chicago (Illinois), Denver (Colorado), Houston (Texas), Miami (Florida), Nueva York (Nueva York) y Los Ángeles y San Francisco (ambas en California).

En cambio, no se efectúan en Nueva Orleans, donde también estaba previsto hacerlas, debido a que esa ciudad fue afectada por la tormenta tropical Barry, precisaron las fuentes.

Las redadas comenzaron ayer en Nueva York, cuyo alcalde, Bill De Blasio, informó en rueda de prensa que hubo tres operaciones sin detenidos y que hoy no había habido ninguna.

Según fuentes citadas por The Wall Street Journal, esos operativos se realizaron en los barrios Harlem y Sunset Park, pero los agentes del ICE fueron rechazados por los vecinos porque no tenían órdenes de arresto.

Asimismo, Fox News reportó que un funcionario gubernamental de alto rango le dijo que las redadas comenzaron anoche en “varias jurisdicciones”, no solo en Nueva York.

El director interino del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (Uscis, en inglés), Ken Cuccinelli, dijo a CNN que no daría “detalles” de las redadas para no poner en peligro a los agentes del ICE y se negó a responder si había garantías de que las familias de inmigrantes no serían separadas durante las operaciones, pero advirtió que “hay un millón de personas, incluidas familias, con órdenes de expulsión”.

Cuccinelli agregó que la prioridad de las redadas es detener a criminales violentos y a delincuentes con causas agravantes, y aseguró que no se está persiguiendo a acusados de cruzar ilegalmente la frontera, hecho que es considerado un delito menor.

Las redadas fueron anunciadas el viernes por Trump, después de que fueran reveladas por el diario The New York Times.

Sin embargo, el mandatario no volvió a mencionarlas en una serie de mensajes que emitió hoy por Twitter, en los que subrayó que la visita que el vicepresidente Mike Pence hizo el viernes a dos centros de detención de inmigrantes en Texas “demostró claramente lo bien que están gestionados y lo limpios que son”.