Darya Dugina, la hija del filósofo y activista social ultranacionalista ruso Alexander Dugin, fue asesinada, aseguró este domingo el Comité de Investigación ruso.

Dugina, periodista y politóloga, murió en el lugar después de que estallara un artefacto explosivo en el Toyota Land Cruiser que conducía cerca de la aldea de Bolshiye Vyazemy en la región de Moscú el sábado por la noche, dijo el comité en un comunicado citado por la agencia Xinhua.

La joven mujer fue víctima de «un asesinato premeditado», agrega el comunicado.

El artefacto explosivo fue colocado en la parte inferior del automóvil del lado del conductor, señala, e informa que se está llevando a cabo una investigación.

Darya, nacida en 1992, al parecer conducía el automóvil de su padre y regresaba a casa de un evento cuando ocurrió la explosión.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso especuló con la posibilidad de que Ucrania estuviera detrás del atentado, pero Kiev negó cualquier implicación.

La agencia estatal de noticias rusa TASS citó a Andrei Krasnov, una persona que conocía a Dugina, diciendo que el vehículo pertenecía a su padre y que probablemente él era el objetivo del atentado.

Padre e hija habían asistido a un festival en las afueras de Moscú y Dugina había decidido cambiar de coche a último momento, informó el periódico gubernamental ruso Rossiiskaya Gazeta.

Las imágenes de televisión que acompañaban a un comunicado de los investigadores mostraban a agentes recogiendo restos y fragmentos del lugar donde se produjo la explosión.

El comunicado, que describía a Darya Dugina como periodista y experta en política, decía que los investigadores habían abierto un caso de asesinato y que realizarían exámenes forenses. Se están considerando «todas las posibilidades» a la hora de determinar la autoría del atentado.

«Un artefacto explosivo fue colocado en la parte baja del coche del lado del conductor», declaró el comité investigador en un comunicado. «Darya Dugina, que iba al volante, murió en el lugar de los hechos. Los investigadores creen que el crimen fue planeado de antemano», añadió.

María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, expresó, que si el rastro de las pesquisas conducía a Ucrania, entonces apuntaría a una política de «terrorismo de Estado» llevada a cabo por Kiev.

«Ucrania, por supuesto, no tuvo nada que ver con esto porque no somos un Estado criminal, como la Federación Rusa, y además no somos un Estado terrorista», dijo el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podolyak en la televisión local, según la agencia Reuters, sugiriendo que el incidente era una venganza «kármica» para los partidarios de la invasión de Moscú.

Podolyak culpó a las luchas internas de poder entre «varias facciones políticas» en Rusia por el asesinato.

Alexander Dugin, el padre de Darya, aboga desde hace tiempo por la unificación de los territorios de habla rusa y otros en un nuevo y vasto imperio ruso, que debe incluir a Ucrania, donde el Ejército está llevando a cabo lo que Moscú llama su «operación militar especial».

La influencia de Dugin, que figura en una lista de sanciones de Estados Unidos, sobre el presidente ruso Vladimir Putin ha sido objeto de especulación. Algunos observadores afirman que es significativa y otros la califican de mínima.