El desembarco en Libia de 108 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo por un barco comercial generó indignación en Italia entre las organizaciones humanitarias y algunos sectores políticos.

El barco Asso Ventotto, con bandera italiana, rescató el lunes a los inmigrantes en una barcaza a unas 60 millas náuticas (unos 110 km) al noroeste de Trípoli (Libia), según datos oficiales del tráfico marítimo.

En esos casos la Guardia Costera italiana, que coordina las operaciones, suele trasladarlos a Italia.

Pero desde junio, el gobierno italiano impide el desembarco de los migrantes ilegales y los entrega a los guardacostas libios.

«Libia no es un puerto seguro y se estarían violando leyes internacionales», denunció el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

«Se trata de una verdadera represión colectiva», sostiene Nicola Fratoianni, diputado italiano de izquierda, actualmente a bordo de un barco de una ONG española, que escuchó los intercambios radiales con la nave.

Para la oenegé alemana Sea-Watch se trata de la «primera repatriación por parte de un barco italiano en años», comentó.

En el 2012, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Italia después de que un barco militar italiano entregara inmigrantes a Libia en 2009, entonces liderada por Muammar Gaddafi, quien había suscrito una serie de acuerdos con Italia antes de su caída en 2011.

En Libia los inmigrantes africanos son detenidos en forma arbitraria, sufren el abuso, la violencia y la extorsión, mientras que en Italia el 40% de los que han solicitado asilo en los últimos años han obtenido un permiso de residencia.

«Libia no es un lugar seguro (…) no podemos desembarcar a los migrantes allá», aseguró el lunes por la noche Roberto Fico, presidente de la Cámara de Diputados y dirigente del Movimiento 5 Estrellas (M5E), parte de la coalición gobernante.

Algunos sectores de la formación antisistema M5E, victoriosa en las elecciones, se oponen a la entrega de fragatas italianas a la guardia costera libia para la lucha contra inmigración y han pedido explicaciones a los dirigentes del movimiento.

Matteo Salvini, ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, aliada de M5E, sin embargo, rechazó las críticas.

«En las últimas horas, la guardia costera libia rescató y llevó a 611 migrantes a Libia», escribió el martes en las redes sociales.

«Las ONG protestan y los traficantes de seres humanos pierden ocasiones de negocios. Eso está bien, vamos a seguir así», agregó, repitiendo su lema: «Puertos cerrados, corazones abiertos».