La nación isleña de Cuba desarrolló una vacuna en contra de la COVID-19, siendo la primera nación de Iberoamérica y el Caribe en hacerlo. La semana pasada en la Habana, capital de Cuba, el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), presentó resultados de las pruebas clínicas de la vacuna Soberana-01 a representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en una reunión por internet, en la que además estuvieron representantes de la organización global para el desarrollo de esta vacuna, la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CIPE), informó Agencia Cubana de Noticias.

La primera fase de las pruebas clínicas ya se completó y la segunda fase inició este 11 de septiembre. La vacuna Soberana-01 se aplica en dos dosis, con una diferencia de 28 días entre las dos. Y aunque todavía se siguen haciendo pruebas clínicas de esta vacuna, ya han comenzado el trabajo para desarrollar una segunda.

Dadas las décadas que tiene el país construyendo sus capacidades biomédicas y farmacéuticas, Cuba podrá producir los millones de dosis que serán necesarias para inocular a toda su población. Tres instituciones han encabezado el desarrollo de la vacuna: el Instituto Finlay de Vacunas, el Centro de Inmunología Molecular, y el laboratorio de Síntesis Química y Bíomolecular asociado a la Universidad de La Habana.