España continuó trasladando a los cientos de menores que llegaron al enclave de Ceuta hace tres meses, una medida que está generando divisiones en el seno del Gobierno, que además es foco de críticas por parte de organizaciones humanitarias.

Otro grupo de menores, de los más de 700 que están en la ciudad del norte de África, eran trasladados hoy a Marruecos, informó la ONG Save the Children.

«Hoy continúan las repatriaciones desde Ceuta», escribió la organización en Twitter.

«Pedimos el cese de estas reagrupaciones, España no está garantizando la protección de los menores», agregó.

Ayer, cuando empezaron los traslados, Save the Children anunció que iría a los tribunales para detener las repatriaciones y subrayó que «cualquier expulsión colectiva es ilegal».

El Ministerio de Interior, responsable de estas devoluciones, no informó oficialmente sobre ellas.

Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, representante del partido Unidas Podemos en el Ejecutivo liderado por el socialista Pedro Sánchez, escribió que los traslados podrían vulnerar las leyes españolas e internacionales y apuntó al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

«Desde las organizaciones de infancia en el terreno se nos ha informado que se ha iniciado el operativo de repatriación de las personas menores de edad», escribió Belarra a su colega de gabinete, en una carta que obtuvo el diario El Confidencial.

«De acuerdo con estas organizaciones, el operativo parece estar realizándose sin la observancia estricta de la legislación», añadió.

«Nos vemos en la necesidad de dejar constancia de que toda la responsabilidad de las actuaciones (…) es única y exclusivamente del Ministerio del Interior», concluyó, citada por la agencia de noticias AFP.

El 17 y 18 de mayo, el enclave español se vio desbordado por la entrada de miles y miles de inmigrantes, entre ellos numerosos marroquíes muy jóvenes, que aprovecharon la falta de control policial del lado de Marruecos y accedieron a nado y en barcas inflables a Ceuta.

Las autoridades marroquíes dejaron pasar a estos migrantes en represalia por la decisión de España de recibir en un hospital al líder de los independentistas saharauis, Brahim Ghali, enfrentado a Rabat, que reclama la soberanía sobre el Sahara Occidental, una antigua colonia española.

El Gobierno regional ceutí estimó entonces que entre 8.000 y 10.000 cruzaron a España, de los que más de 6.000 fueron devueltos por la policía española en poco tiempo.

Fuentes del gobierno apuntaron a que dentro del total había 1.500 menores de edad.