Más de 40 muertos es el saldo provisorio de un motín con intento de fuga en la cárcel de Santo Domingo, en el centro de Ecuador, un país marcado por la violencia en los penales que en solo en 2021 dejó más de 300 fallecidos.

En la red Twitter, la Fiscalía dijo que «hasta el momento se cuentan 43 internos fallecidos”, aunque el titular de Interior, Patricio Carrillo, bajó ese número en apenas dos y habló de 41 muertos.

Desde el mismo penal, Carrillo detalló además que la Policía recapturó a 112 reos y que busca a otros 108 fugados, después de una serie de enfrentamientos en el pabellón de máxima seguridad.

La mayoría de los muertos fueron asesinados con armas blancas, y el Gobierno anunció un operativo de requisas intensas, identificación de cabecillas para trasladarlos a la cárcel de La Roca, en Guayaquil, y un censo en este centro carcelario.

Una primera revisión de pabellones permitió el hallazgo, según el sitio Primicias, de cuatro armas de fuego, cuatro granadas de uso militar y municiones.

El comandante General de la Policía, Fausto Salinas, atribuyó la responsabilidad del amotinamiento a un preso identificado con el alias de Anchundia, cabecilla del grupo R7, que había sido trasladado desde el penal de El Turi, en Cuenca.

“Por un habeas corpus fue enviado a la cárcel de Santo Domingo. La presencia de esta persona en esa cárcel genera pugna y violencia”, manifestó Salinas, que señaló que su grupo está enfrentado a otra banda llamada Los Lobos.

Desde Israel, a donde llegó para una visita centrada en cuestiones de seguridad y cooperación comercial, el presidente Guillermo Lasso se solidarizó con las víctimas de los enfrentamientos.

“Mi más sentido pésame a los familiares y seres queridos de los fallecidos en el amotinamiento en la cárcel de Sto. Domingo. Este es un lamentable resultado de la violencia entre bandas. El ministro del Interior está a cargo de los operativos para recuperar la paz”, escribió temprano.

Horas después, agregó: “Recuperamos el control dentro del Centro de Rehabilitación Social de Sto. Domingo gracias al trabajo conjunto de la Policía y las Fuerzas Armadas. Nuestro compromiso es y siempre será la seguridad de los ecuatorianos”.

Tampoco el vice Alfredo Borrero está en el país, porque viajó a Costa Rica para asistir a la toma de mando de Rodrigo Chávez.

A comienzos de abril un motín en la cárcel de El Turi había dejado 20 muertos y obligado al Ejecutivo a movilizar 800 efectivos militares y policiales a la ciudad sureña andina de Cuenca.

En esa misma cárcel, en febrero, otro motín dejó 34 reclusos asesinados, la mayoría de ellos decapitados y desmembrados.

Motines y choques de bandas dejaron en el país el año pasado un total de 331 muertos y empujaron al gobierno a dictar el estado de excepción.

En febrero, la administración de Lasso anunció un plan para atender la cuestión carcelaria, que incluía la inversión de 27 millones de dólares en la rehabilitación de presos e indultos para los reos que hayan cumplido el 40% de la condena.

Con 65 prisiones con capacidad total para unas 30.000 personas, en Ecuador hay actualmente unos 39.000 reclusos, de los cuales 15.000 aún no tienen sentencia.

Hace apenas días, Lasso además renovó por decreto las cúpulas policial y militar, en medio del estado de excepción dispuesto para tres provincias para combatir al crimen organizado.