El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, le advirtió al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, que la aparente actividad militar rusa en apoyo al gobierno de Assad en Siria, en contra del Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS o EI), podría llevar a un «enfrentamiento».

Según la declaración del Departamento de Estado, «el secretario dejó en claro que si dichos informes (de los medios) son fidedignos, estas acciones podrían intensificar el conflicto, lo que llevaría a una mayor pérdida de vidas inocentes, aumento del flujo de refugiados y se corre el riesgo de un enfrentamiento con la Coalición contra el EIIS que opera en Siria«.

El diario Telegraph de Londres tomó nota del hecho de que el presidente Obama se reunió con el rey Salman de Arabia Saudita, en Washington, el 3 de este mes, y que un tópico central de la discusión fue la situación en Siria. La reunión fue para «repetir sus demandas de que cualquier arreglo duradero en Siria requiere acabar con el gobierno de Assad, lo cual deja a Estados Unidos y a Rusia en posiciones implacablemente opuestas sobre Siria».

La cobertura de la agencia Reuters, de manera similar, señala que parece que hay una «división internacional aparentemente infranqueable sobre el futuro del presidente Bashar al-Assad» y cita una fuente diplomática rusa de alto nivel quien dijo: «Las propuestas de nuestros socios de un cambio de régimen en Siria son ilegítimas. Ellos solo dicen que Assad tiene que irse; ¿y qué va a pasar después?. No creo que tengan ni la menor idea. En Iraq no había terroristas, lo mismo en Libia. Y ahora el Estado libio se está cayendo a pedazos y los terroristas merodean a sus anchas».