La Casa Blanca advirtió  que podría retirar su crucial apoyo diplomático a Israel en las Naciones Unidas, aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu negó que hubiera descartado la creación de un Estado palestino.

A pesar del retroceso de Netanyahu sobre un tema que fue promesa de campaña, funcionarios estadounidenses dijeron que el veterano líder israelí tiene que probar aún su compromiso en negociar una solución de dos Estados.

Frente a que Netanyahu rechazó por primera vez explícitamente la posibilidad de un Estado palestino en una promesa de último  minuto en su campaña, el portavoz de la Casa Blanca John Earnest dijo en respuesta que el gobierno estadounidense revaluará su postura ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

También señaló que podría permitir adoptar una resolución sobre una solución de dos Estados con las fronteras anteriores a 1967.

«Las decisiones tomadas por Estados Unidos en las Naciones Unidas estaban basadas en esta idea de una solución de dos Estados», dijo Earnest.

«Ahora que nuestro aliado (Israel) ha dicho que ya no está comprometido con esa vía (…), eso significa que necesitamos revaluar nuestra posición; y eso es lo que haremos avanzar», agregó, precisando que aún no se había tomado ninguna decisión al respecto.

Estados Unidos, un miembro con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, se ha opuesto con frecuencia a que la ONU reconozca un Estado palestino, diciendo que esto debe hacerse como parte de un acuerdo de paz negociado.

También ha protegido a Israel en la ONU de votos que buscan castigar al Estado judío por diversas acciones, entre ellas supuestos abusos a los derechos humanos.

Varios funcionarios, en declaraciones anónimas al diario New York Times, dijeron que el gobierno de Barack Obama podría estar de acuerdo ahora con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que consagre una solución de dos Estados.

Opciones
Cuando se le preguntó si Estados Unidos levantará su escudo diplomático en la ONU, un alto funcionario estadounidense dijo que, si bien no se ha tomado ninguna decisión aún, «esa opción no está descartada».

El presidente palestino, Mahmud Abas, dijo que trabajará con cualquier gobierno israelí que acepte que haya en el futuro un Estado palestino junto a Israel.

Netanyahu, por su parte, negó el jueves haber dado un giro de 180 grados al decir que nunca estaría de acuerdo con la creación de un Estado palestino.

«Yo no me retracté de ninguna de las cosas que dije en mi discurso seis años atrás, llamando a una solución en la que un Estado palestino desmilitarizado reconozca un Estado judío. Dije que las condiciones para eso, hoy, aún no se han reunido», dijo al canal Fox News.

Asimismo acusó a Abas de rechazar «la aceptación del Estado judío» y pidió que los palestinos «se comprometan en negociaciones de paz sinceras» con Israel y «abandonen su pacto» con el movimiento islamista Hamás, en la que fue su primera entrevista con un medio estadounidense tras ganar un inédito cuarto mandato en las elecciones del martes.

Pero insistió en que «es necesario tener el reconocimiento de un Estado judío y una verdadera seguridad para tener una solución real de dos Estados».

A pesar de estos agrios vaivenes diplomáticos, Obama llamó el jueves a Netanyahu para felicitarlo por su victoria y le subrayó la «profunda y duradera alianza» entre su país e Israel.

Cuarto mandato

Después de la actividad frenética de los últimos días, la agenda pública de Netanyahu se ha vaciado por primera vez desde hace tiempo: con el recuento de votos casi definitivo confirmando su triunfo y las especulaciones sobre el reparto de carteras ministeriales ya en marcha, parece haberse retirado para trabajar de forma discreta.

Salvo sorpresa de último minuto, el hombre fuerte de la derecha israelí será llamado por el presidente Reuven Rivlin a asumir su tercer mandato como primer ministro (el cuarto, contando la legislatura de 1996-1999).

Netanyahu ganó mostrando su «verdadera cara», escribió en un editorial el diario Haaretz, que lo cita: «Yo soy la verdadera derecha, determinada a defender los valores nacionales, empezando por el odio de los árabes y la oposición a retirarse de los territorios conquistados por Israel en 1967″.

Los resultados casi definitivos de las elecciones han confirmado una victoria clara de Netanyahu y una mayoría potencial de derecha de 67 escaños sobre 120 en la Kneset, indicó la comisión electoral.

El Likud de Netanyahu ha conseguido 30 escaños y la Unión Sionista de Herzog, 24. Estas cifras quedan sujetas a verificaciones antes de ser publicadas el próximo 25 de marzo.