La web oficial de la justicia iraní, «Mizan Online», oficializó que hoy se ejecutó «la pena capital para Habib Chaab (…), jefe del grupo terrorista Harakat al Nidal», según el comunicado precisó que el hombre fue ahorcado.

La justicia confirmó su condena a muerte el 12 de marzo, se lo acusa de «corrupción en la Tierra, gestión y dirección de un grupo rebelde y concepción y ejecución de numerosas operaciones terroristas», informaron a la agencia de noticias AFP.

Habib Chaab, de unos 50 años, estaba acusado de ser el líder del grupo separatista árabe Harakat al Nidal o ASMLA (Movimiento Árabe de Lucha para la Liberación de Ahvaz) catalogado como movimiento «terrorista» por la República Islámica. La agrupación busca la independencia de la provincia sureña de Juzestán, rica en recursos petroleros.

Según Teherán, el grupo Harakat al Nidal es responsable de la muerte de 247 personas en «ataques terroristas» en el país y cuenta con el apoyo de los servicios secretos de Arabia Saudita, Israel y Suecia.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores sueco, Tobias Billstrom, condenó la ejecución. «La pena de muerte es un castigo inhumano e irreversible, y Suecia, como el resto de la Unión Europea (UE), condena su aplicación en toda circunstancia», declaró en Twitter el ministro, cuyo país desempeña la presidencia rotatoria del bloque comunitario.

El canciller dijo que Estocolmo se había puesto en contacto con Teherán «y había pedido que no se ejecutara la sentencia» a muerte.

Suecia había iniciado trámites en su momento para ofrecerle ayuda consular, pero no lo consiguió porque Irán no reconoce la doble nacionalidad.

La ONG Iran Human Rights (IHR) urgió en Twitter a «la comunidad internacional a reaccionar con firmeza a esta ejecución» y tachó el juicio de Chaab de «injusto».

Irán es el segundo país que ejecuta a más personas en el mundo, detrás de China, según organizaciones de defensa de los derechos humanos, que cifraron en 582 el número de ahorcamientos en 2022.