Los servicios ferroviarios en gran parte del Reino Unido continuaban interrumpidos este miércoles en un 40 %, a la espera de conversaciones entre los sindicatos y las compañías de trenes, tras la histórica huelga iniciada este martes que paralizó Inglaterra, Gales y Escocia.

Millones de pasajeros se vieron afectados después de que los trabajadores ferroviarios declararan la mayor huelga de trenes de las últimas décadas, en reclamo de aumentos salariales acordes con el incremento histórico de la inflación, mejores condiciones laborales y en rechazo al recorte de empleos.

Aunque para este miércoles no está programada la medida, se espera que el servicio funcione al 60 %, principalmente debido a un retraso en el inicio de los servicios ya que el personal de la sala de control no hizo turnos nocturnos.

La medida organizada por el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT) provocó el caos en todo el Reino Unido, con viajes más largos y rutas atestadas de automóviles.

Mientras tanto, el sindicato se reunirá con Network Rail, gestor de la red ferroviaria y de subtes de Londres y las compañías ferroviarias, antes de las huelgas previstas para este jueves y para el sábado.

Alrededor de 40.000 miembros del sindicato (RMT) se plegaron a huelga el martes, dejando fuera de servicio la mitad de las líneas, y gran parte del país no contaba con ningún servicio ferroviario.

Una encuesta de la consultora YouGov mostró que cerca de uno de cada cinco británicos se vieron afectados por las huelgas ferroviarias de esta semana.

Mientras que otra encuesta realizada por Savanta ComRes mostró que el 58 % de los encuestados dijo que la huelga estaba justificada.

En el primer día del paro, los trabajadores ferroviarios realizaron piquetes frente a las estaciones de trenes.

El secretario general de RMT, Mick Lynch, dijo que la participación en los piquetes fue «fantástica» y superó las expectativas en su lucha por la seguridad laboral, la defensa de las condiciones y un aumento salarial digno.

“Nuestros miembros continuarán la medida y han mostrado una unidad sobresaliente en la búsqueda de una solución a esta disputa», señaló en un comunicado.

“Los miembros de RMT están liderando el camino para todos los trabajadores en este país que están hartos y cansados ​​de que sus salarios y condiciones se reduzcan drásticamente por una combinación de ganancias de las grandes empresas y políticas gubernamentales. Ahora es el momento de ponerse de pie y luchar por cada uno de los trabajadores ferroviarios en esta disputa que ganaremos”, afirmó.

El RMT pide un aumento salarial del 7 %, mientras que la patronal ofreció un máximo del 3 %.

La inflación es actualmente del 9 %, pero el Banco de Inglaterra prevé que alcance el 11 % para octubre.

Lynch acusó al Gobierno de Boris Johnson, propietario de Network Rail, de impedir activamente que los empresarios y el RMT lleguen a un acuerdo.

Este martes el primer ministro británico aseguró que no cederá a las demandas ferroviarias del sindicato y pidió a su gabinete que «mantenga el rumbo», argumentando se están realizando mayores inversiones en ferrocarriles que en cualquier otro gobierno anterior.