“Dentro de 10 años, Estados Unidos se involucrará en una guerra con China y otra en Oriente Medio”, según lo advirtió el asesor más cercano al presidente Donald Trump.

“Entre cinco y 10 años estaremos en guerra en el mar de la China Meridional. No habrá dudas de eso. Ellos (los chinos) están construyendo portaaviones insumergibles, donde están colocando misiles. Ellos están viniendo a Estados Unidos ante nuestros ojos. Y dicen que es un antiguo mar territorial”, indicó Steve Bannon, asesor del presidente en el Despacho Oval.

En declaraciones difundidas este último miércoles por varios medios de comunicación, entre ellos el portal hispantv.com, Bannon también comentó que el cristianismo es lo que “asusta” más a los chinos que Estados Unidos o cualquier otra cosa.

Desde otra óptica

En tal contexto, un funcionario de la Comisión Militar Central (CMC) de China, citado el viernes por el diario South China Morning, había señalado recientemente que una guerra entre Pekín y Washington, bajo el mandato de Trump, podría estallar “esa misma noche”.

Por otra parte, y en consonancia con esas afirmaciones, un artículo publicado en el portal especializado Defense One, considera ‘inevitable‘ el estallido de una guerra entre Estados Unidos y China.

Mientras tanto, el diario People’s Daily, del gobernante Partido Comunista de China, aseguró el mes pasado que Pekín nunca cambiará sus posturas ante la “provocación” de Washington.

China, no obstante, no constituye el único desafío para Bannon, quien pronosticó el involucramiento de Washington en otro conflicto en Oriente Medio para hacer frente al “Islam”, que a su juicio es la “religión más extremista del mundo”.

De nuevo en Medio Oriente

Al considerar “arrogantes” tanto a China como al Islam, el asesor de la Casa Blanca aseguró que Washington volverá a ser parte de la mayor guerra en Oriente Medio.

Dicen algunos medios que “el magnate republicano Trump ha empezado a tocar los tambores de guerra desde la Casa Blanca, al oficializar medidas como impedir la entrada de los ciudadanos de siete países musulmanes bajo el pretexto de “proteger” a los ciudadanos y seguir con su retórica hostil frente a ciertos países como China”.