La directora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, habló sobre las consecuencias de las sanciones occidentales para Rusia y consideró que comienza un período difícil de cambios estructurales para la economía del país.

Al mismo tiempo, la jefa de la entidad crediticia agregó que el sistema bancario ruso «se mantiene firme sobre sus pies» y es capaz de resistir golpes serios, según consignó la agencia de noticias TASS. Más adelante, Nabiullina destacó que las sanciones ya afectaron al sector financiero, y en un futuro próximo comenzarán a afectar al real.

“La economía del país puede vivir de reservas temporalmente, pero la transformación estructural comenzará en el segundo o principios del tercer trimestre”, recordó la titular del Banco Central, para después exponer que esa entidad “no reducirá la inflación de ninguna manera”.

Tras afirmar que su país tiene que “hacer frente al período de adaptación”, la referente de las finanzas rusas anunció que se hará un abandono gradual de las restricciones impuestas tras el inicio de la operación especial en Ucrania.

En particular, el regulador está considerando la posibilidad de flexibilizar la venta de ingresos por parte de los exportadores; ahora, estas empresas deben cambiar el 80 por ciento de las ganancias en divisas por rublos.

“Al actuar de esta manera, respondemos rápidamente al nivel de riesgos y, a medida que se estabilizan, reducimos las barreras para que las empresas realicen actividades económicas en el extranjero”, agregó Nabiullina. Enseguida, dijo que 52 empresas extranjeras de 12 países ya se han unido al análogo ruso de Swift (sistema de mensajería financiera).

Más temprano, el 18 de abril, el regulador anunció que los rusos pueden transferir fondos en rublos a sus cuentas, que se abrieron en bancos extranjeros. No obstante, sigue vigente la prohibición impuesta el 1 de marzo sobre la acumulación de divisas por parte de los residentes en sus cuentas o depósitos en bancos extranjeros u otras organizaciones del mercado financiero.