La administración chavista de Venezuela y el gobierno de Estados Unidos negocian al más alto nivel condiciones y garantías para que el presidente Nicolás Maduro y algunos de sus colaboradores dejen el gobierno y probablemente también el país caribeño, informaron hoy fuentes políticas y diplomáticas venezolanas y norteamericanas.

Las conversaciones -aunque no el objeto de ellas- fueron confirmadas anoche por Maduro y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario interino designado por el parlamento, Juan Guaidó, aseguró hoy que estaba al tanto.

Las negociaciones entre el chavismo y Washington se aceleraron y tomaron estado público al estancarse el diálogo que representantes de Maduro y Guaidó llevaban adelante bajo el auspicio del gobierno de Noruega.

En ellas se discuten las condiciones y las garantías para que Maduro y un grupo de altos funcionarios y allegados se retiren del gobierno y vivan fuera de Venezuela, sostuvieron dos fuentes diplomáticas citadas por el diario digital Al Navío.

«Confirmo que desde hace meses hay contacto con altos funcionarios de Trump y del gobierno bolivariano que yo presido, bajo mi autorización expresa; varios contactos para buscar regular este conflicto», dijo Maduro anoche, en un mensaje transmitido por la cadena oficial de radio y televisión, reseñado por la agencia noticiosa estatal AVI.

Maduro ratificó de ese modo lo dicho pocas horas antes por su colega norteamericano: «Estamos hablando con varios representantes de Venezuela; no quiero decir con quién, pero estamos hablando con ellos a muy alto nivel», aseguró Trump a periodistas en la Casa Blanca, según la agencia EFE.

Guaidó dijo hoy en conferencia de prensa que tenía «conocimiento» de esas conversaciones entre el chavismo y Washington y que ellas «solo tienen una finalidad: el cese de la usurpación», informó el diario caraqueño El Nacional.

Las declaraciones de Maduro y Trump llegaron al cabo de dos días de rumores y desmentidas acerca de esas gestiones, después de que el domingo fueran sugestivamente reveladas por dos grandes medios norteamericanos, en informes basados en altas fuentes de la Casa Blanca no identificadas.

Aquel día, el diario The Wall Street Journal afirmó que el chavismo ya había aceptado convocar a elecciones presidenciales pero reclamaba a cambio que Maduro estuviera en el gobierno al celebrarse esos comicios y que Washington levantara las sanciones económicas que impuso al país caribeño.

Paralelamente, la agencia Associated Press (AP) sostuvo que un funcionario cercano a Trump mantuvo el mes pasado una reunión secreta en Caracas con el número dos del chavismo, el capitán Diosdado Cabello, en la que ofreció garantías para que Maduro y sus principales colaboradores dejen el gobierno y marchen al exilio.

Este encuentro fue desmentido el lunes por Cabello, quien, sin embargo, reconoció que estaba dispuesto a reunirse con funcionarios estadounidenses siempre que le fuera encomendado o autorizado por Maduro.

Fuentes diplomáticas estadounidenses citadas hoy por el diario digital norteamericano Axios afirmaron que Cabello tomó contacto «a través de emisarios» con el director de Asuntos Hemisféricos del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y asesor especial de Trump, Mauricio Claver-Carone, quien advirtió entonces que «si Maduro no abandona el palacio (presidencial) de Miraflores, tendrá que enfrentarse a la justicia internacional y a la imposición de duras sanciones».

Claver-Carone es quien dirige la estrategia de Washington con respecto a Caracas, por encima del asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y del representante especial para Venezuela, Elliott Abrams, quienes a menudo expresan en público la posición más dura y la más negociadora sobre el caso, respectivamente, según aseguró a Télam uno de los principales analistas políticos venezolanos.