El Congreso de Brasil formalizó este jueves la comisión parlamentaria de investigación (CPI) sobre los ataques por parte de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro a los edificios de los tres poderes en Brasilia el 8 de enero, la cual estará formada por 32 congresistas, con mayoría de los partidos de Gobierno y aliados.

Esta nueva comisión estará compuesta a partes iguales entre senadores y diputados y será presidida por el legislador del partido Unión Brasil Arthur Maia.

«Es un momento de la más extrema importancia para el Congreso Nacional y cada uno de los miembros tenemos que investigar lo que ocurrió el día 8 de enero. Esta comisión estará prestando un servicio a la democracia», enfatizó Maia, según recoge el diario brasileño O Globo.

En tanto, el cargo de relatora fue encomendado a la senadora de centro-derecha Eliziane Gama, aliada del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y cercana el ministro de Justicia, Flávio Dino.

Esta cercanía fue el argumento utilizado por el senador opositor Marcos do Val -quien llegó a acusar a Bolsonaro de presionarlo para que se sumara al supuesto golpe de Estado de enero- para cuestionar su designación, puesto que Dino se presupone objeto de la investigación por parte de la oposición.

«Hubo un intento de golpe de Estado, pero no lo concretaron. Un hecho está claro: todos los que estamos aquí estamos en contra de lo que ocurrió, independientemente de ser de base (del oficialismo) o de la oposición. Queremos garantizar una democracia cada vez más fuerte y firme en Brasil», declaró la senadora Gama, citada por el diario G1.

«Yo no me dejaré intimidar. No estoy aquí como ponente para agradar o desagradar a nadie. Estoy aquí para hacer mi papel y tener responsabilidad pública», agregó.

El Gobierno de Lula confía en que esta comisión pueda alcanzar al que fuera secretario de Justicia de Bolsonaro y encargado de Seguridad de Brasilia durante los ataques, Anderson Torres, quien recientemente fue puesto en libertad después de casi cuatro meses en prisión preventiva por aquellos hechos.

La implicación de Torres -tras encontrarse en su domicilio el borrador de un ‘decreto golpista’- puede servir para incluir en la investigación de la comisión a un Bolsonaro que, tras llegar de Estados Unidos, tiene ante sí una veintena de causas abierta por diversos motivos, entre los cuales está el de su supuesta responsabilidad como instigador intelectual de los ataques.

La oposición estará liderada por el núcleo duro del expresidente, entre ellos dos de sus hijos, Flávio y Eduardo, quienes ejercerán de suplentes del diputado delegado Alexandre Ramagem, informó la agencia de noticias Europa Press.

El objetivo es no solo aplacar la narrativa sobre la responsabilidad de Bolsonaro, sino también la de achacar una supuesta falta de omisión del Gobierno de Lula tanto la víspera como el día de los ataques.