El director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, respaldó en las últimas horas el bloqueo de la cuenta en esa red social del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aunque reconoció que sienta un precedente «peligroso» y representa un fracaso a la hora de promover una conversación saludable en la plataforma.

«Tener que prohibir una cuenta tiene ramificaciones reales y significativas», dijo Dorsey en una serie de tuits.

«Si bien hay excepciones claras y obvias, creo que una prohibición es un fracaso nuestro en última instancia a la hora de promover una conversación saludable», admitió.

Durante su mandato, Trump encontró en las redes sociales su principal canal de comunicación, pero las plataformas limitaron su acceso desde que un grupo de seguidores irrumpió en el Congreso estadounidense la semana pasada para impedir la certificación de la victoria del presidente electo, Joe Biden.

Las plataformas aseguran que Trump podría usar sus cuentas para fomentar más disturbios en el período previo a la toma de posesión del demócrata.

A fines de la semana pasada, Twitter cerró la cuenta de Trump, expulsándolo de la plataforma global que más utilizó durante su mandato para hacer proclamas, acusaciones y difundir noticias falsas.

La empresa dijo que bloqueaba la cuenta de Trump «debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia» por parte del mandatario.

La decisión de Twitter fue bien recibida por los críticos del presidente, pero provocó el enojo de miembros de algunos sectores que acusan a la red social de restringir la libertad de expresión.

Dorsey dijo el miércoles que, si bien cree que Twitter tomó la decisión correcta al vetar a Trump, la acción «sienta un precedente» que considera «peligroso».

«Tener que tomar estas acciones fragmenta la conversación pública», aseguró.

Además de Twitter, otras plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat y YouTube también bloquearon las cuentas de Trump después del asalto al Congreso.

Un vocero de Snapchat dijo ayer que la decisión se tomó «en aras de la seguridad pública» y por sus «intentos» de «difundir desinformación» e «incitar a la violencia».

Un día antes, YouTube anunció que suspendía el canal de Trump durante un periodo mínimo de una semana al considerar que uno de los videos publicados recientemente incitaba a la violencia.